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Riqueza forestal en riesgo

Conforme a cifras brindadas por autoridades ambientales de la entidad, en 75 municipios mexiquenses existen aserraderos sociales y privados, que en total suman 276, los cuales compiten con un número indeterminado que opera en la ilegalidad.
La Protectora de Bosques del Estado de México, tiene registrados 16 aserraderos sociales en 12 municipios de la entidad, los cuales se encuentran establecidos dentro de ejidos y bienes comunales, preferentemente con aprovechamiento forestal maderable.
Por otra parte, se cuenta con 260 aserraderos privados en 63 municipios, que como su nombre lo indica son de propiedad particular y que cuenta con los registros y permisos que emiten las diferentes instancias estatales y federales, en materia ambiental, también se trabaja para lograr su tecnificación, como el primero en su tipo que se encuentra en el municipio de Amanalco de Becerra.
A pesar de las leyes establecidas para el manejo y aprovechamiento de la madera, existen varios aserraderos que trabajan al margen de la ilegalidad en la entidad, Durante 2018, según información otorgada por el gobierno estatal, se realizaron 100 operativos conjuntos, 70 filtros de inspección, cinco inspecciones a industrias, seis inspecciones a predios, de lo cual resultaron dos clausuras, 40 personas aseguradas, 28 vehículos asegurados y ocho motosierras.
En el Estado de México se cuenta con un grupo de coordinación interinstitucional para prevenir y combatir la tala clandestina conformado por la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Comisión Nacional de Seguridad, la división de Gendarmería Ambiental de la Policía Federal, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la Fiscalía General de Justicia, la Secretaría de Seguridad del Estado de México y la Protectora de Bosques del Estado de México, realiza acciones operativas en todo el estado.
En febrero del presente año, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aseguró 735.286 metros cúbicos de madera aserrada, en una maderería en el municipio de Lerma, por no contar con las autorizaciones de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Esta actividad ilícita además de dañar a los bosques mexiquenses, también afecta a los productores que trabajan conforme a los lineamientos establecidos, ya que representa una competencia desleal; tiene un impacto negativo en los bosques de la entidad, ya que tan sólo en el mes de octubre del año pasado, en un operativo conjunto, entre la Secretaría de Seguridad, la Sedena, Profepa y Probosque, en el municipio de Xalatlaco se clausuraron  seis aserraderos clandestinos

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