Al referir que la Arquidiócesis de Toluca requiere de sangre nueva, el Arzobispo Francisco Javier Chavolla Ramos, comentó que sólo está a la espera de que su renuncia al cargo remitida el 3 de junio del presente año al Vaticano, tenga efecto y se proceda al nombramiento de quien lo sustituirá.
Lo anterior en razón a que ya ha cumplido los 75 años de edad, y de acuerdo con el Código de Derecho Canónico, al llegar a esa edad, los obispos diocesanos deben presentar la renuncia de su oficio.
“Aviso todavía no he recibido, yo ya presenté mi renuncia como lo manda la Ley Canónica de la Iglesia el día 3 de junio, cumplí los 75 años y nos dice que todo sacerdote, párroco, obispo, cardenal, presente su renuncia, yo la he presentado, pero ya depende del Santo Padre”, dijo.
Si bien, la Carta Apostólica del Papa Francisco en forma de Motu Proprio denominada “Imparare a congedarsi” o aprender a despedirse, regula la renuncia por motivos de edad, de los titulares de algunos oficios de nombramiento pontificio, no establece un periodo o tiempo establecido para una sucesión.
Sin embargo, sí señala que el encargo no cesa ipso facto, o inmediatamente, a los 75 años, sino slo después de la decisión del pontífice.
Ante ello, Chavolla Ramos señaló que dicha determinación es buena, puesto que al tener 30 años como obispo y 75 años de edad, es momento de que gente joven tome la batuta de la Arquidiócesis; no obstante, advirtió que seguirá siendo obispo.
“Esto es algo bueno, porque viene sangre nueva, sangre joven, yo ya tengo 30 años de obispo. Seguiré siendo obispo, seguiré amando, queriendo, pero necesita la Arquidiócesis sangre nueva y cuando el Santo Padre diga que llegará determinada persona, lo acogeremos con el corazón y le daremos la bienvenida”, refirió.