A pesar de que han pasado cientos de años desde que se imprimió el primer libro en la historia del mundo, su esencia seguirá vigente, señalan editores y académicos, quienes manifiestan que la comercialización de libros digitales no rebasa 10 por ciento de la venta total de las casas editoriales.
El 23 de abril, las Naciones Unidas celebran desde 1995, el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, fecha que coincide con la muerte en 1616 de Miguel de Cervantes Saavedra, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega, además de que coincide con el nacimiento o la muerte de otros autores.
Según diversas referencias históricas, se atribuye a Johannes Gutenberg, de origen alemán, la impresión del primer libro de la historia, hacia 1449 y 1450, el cual se trató del Misal de Constanza, de corte religioso, aunque existe la creencia que fue la Biblia, el primer libro impreso.
Con el paso de los años, la tecnología dio paso a innovaciones en la forma de elaborar los libros, con la aparición de nuevas imprentas, pero al final el resultado es el mismo, un objeto conformado por pasta y hojas de papel, en cuyas páginas, se plasman ideas y pensamientos.
Diversos editores señalan que la aparición de nuevas tecnologías dieron pie al concepto de libros digitales, conocidos como eBook (por su nombre en inglés), cuya modalidad permite adquirir un libro a través de Internet, el cual se puede llevar en teléfono inteligente, tableta o computadora, el cual tiene un impacto relevante entre los lectores de libros.
César Gutiérrez, director editorial de ediciones Selector, no ve al libro digital como enemigo del de papel, ya que es un aliado de las editoriales, con un mayor avance en los países del primer mundo, contra los que no tienen un desarrollo tecnológico importante.
Para las editoriales de Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Japón y Francia, indicó que el promedio general de lo que representa el libro electrónico en sus ventas, representa 25 por ciento de su facturación editorial, pero en países menos desarrollados, la cifra no llega a 10 por ciento, como en México, donde puede asegurar que sus ventas no rebasan 10 por ciento.
Expresó que de todos los países de América Latina, quien vende más libros digitales es México y conforme a los registros que permite la venta electrónica, lo cual no se puede realizar en una librería común, el perfil digital de quienes los compran son personas entre los 26 y 40 años y no los jóvenes, como se podría pensar.
Es el sector adulto, preciso, que cuenta con ingresos fijos y consistentes, quienes compran y leen los libros electrónicos y son los teléfonos inteligentes, los aparatos donde más se leen este tipo de textos, seguido de las tabletas y por último, las computadoras.
El editor indicó que el futuro de los libros digitales, se encuentra ya dado, en torno al porcentaje de ventas que marcaron los países del primer mundo, cuyas ventas se estancaron durante los últimos dos años, ya que ni bajan, ni aumentan sus ventas.
En México y América Latina, tampoco se contempla que crezca la venta de dichos formatos y no se prevé que el libro en papel desaparezca, ya que ante las nuevas tecnologías, el impreso ganó la batalla a lo digital.
Prefieren lectores el papel a lo digital
Porfirio Romo director de editorial de publicaciones Lectorum, expresó que en la actualidad la gente compra cada vez menos libros, ya que no tienen tanto tiempo para dedicarle a la lectura, pero a pesar de ello la gente tiene todavía una preferencia por el papel.
Dijo, que el crecimiento de los libros digitales es marginal, ya que ninguna editorial hispana tiene un porcentaje que rebase 10 por ciento de ventas de libros electrónicos, frente a 100 por ciento de sus ventas totales.
Se impone el libro al tiempo y la tecnología
La preferencia de los lectores no cambia; los atrapa el papel y la tinta
Recientes
Lo más visto