Ya sea con huacales, botes o con obstáculos improvisados con fierros a medio soldar o amarrados con mecates, los franeleros de Ecatepec han declarado su propia “guerra” a autoridades y vecinos.
Y es que debido a que los llamados “viene-viene” se han adueñado de calles e incluso de porciones de avenidas de dos o más carriles en el primer cuadro de Ecatepec, automovilistas, comerciantes y líderes vecinales denuncian que lo que aparentemente es una “actividad desinteresada, comedida y hasta generosa, en realidad es un negocio redondo para los franeleros”.
Calles aledañas al primer cuadro ecatepense, así como aquellas cercanas a la Clínica 68 del IMSS y a la sede de Servicios Administrativos en Cerro Gordo; son utilizadas como grandes estacionamientos, en donde al no haber suficientes estacionamientos públicos, “los franeleros hacen de las suyas”.
Estos “viene-viene” se ubican generalmente en calles y avenidas donde miles de personas realizan algún trámite o requieren de algún servicio, principalmente de salud; también los asistentes a espectáculos o eventos también pueden ser “víctimas”.
Los franeleros inician “actividades” poco después de las nueve de la mañana en el centro de Ecatepec, sacan botes o conos para apartar por lo menos quince lugares, de 15 y 20 pesos cada uno.
No obstante, el Bando municipal prevé que “los particulares sin autorización que realicen actividades relacionadas con el servicio público de limpia o que cobren derechos por ocupación de vía pública y que sean denunciados por algún ciudadano, serán detenidos por la policía municipal, facultada y obligada a hacerlo para ponerlos a disposición del juez calificador que podrá imponer multa de 30 a 50 días de salario mínimo”.
El problema aumenta si se toma en cuenta que los mismos vecinos y comerciantes rompen el pavimento de diversas para clavar tubos de acero, ponerles cadenas y asegurarse que nadie se estacione a las afueras de sus domicilios.