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Sobreviven Fernanda y Elizabeth a intento de feminicidio

 

A Elizabeth, la expareja de Iram, una bala le impactó en la espalda, aunque sin causarle daño mayor en los órganos.


Información Fernanda García

Mientras intenta mantener la calma para relatar su historia, en el cuello de Fernanda resalta la cicatriz que le quedó tras la cirugía que le salvó la vida. La semana pasada, ella, su madre y su novio, fueron baleados en las calles de GeoVillas de San Mateo, en Toluca. Fueron víctimas de feminicidio y homicidio en grado de tentativa.

Los hechos se suscitaron cuando iban hacia una audiencia, debido a que la madre de Fer, había sido víctima constante de violencia por parte de su pareja, Iram. Éste llegó a su casa, comenzó a insultarlas y les disparó en repetidas ocasiones.

A Elizabeth, la expareja de Iram, una bala le impactó en la espalda, aunque sin causarle daño mayor en los órganos. Para Fernanda, su hija, la suerte no fue tal. El sujeto le disparó por la espalda y el impacto le perforó el pulmón y le fracturó la clavícula del lado izquierdo.

Al novio de la joven, una bala se le incrustó cerca de la sien, por lo que sigue en el hospital.

Crónica de un feminicidio anunciado

Elizabeth conoció a Iram en un casino, ella trabajaba ahí y él era un cliente regular. Al poco tiempo comenzaron una relación, aunque rápidamente se tornó violenta.

Debido a la violencia que este sujeto ejercía en la mujer, la fue aislando de sus redes de apoyo, incluso de su familia. La golpeaba constantemente y la amenazaba con matar a sus hijas si lo dejaba.

Pese a que Elizabeth lo denunció cuatro veces por las lesiones, este sujeto fue detenido en una sola ocasión el año pasado.

“Lo llevaron al Centro de Justicia para las Mujeres, pero como se le configuró el delito de lesiones, pagó una fianza de 40 mil pesos y fue liberado, podía seguir el proceso en libertad. Un año después, el día que nos baleó, íbamos para una audiencia, yo lo escuché y escuché los disparos, mis hijos estaban adentro de la casa y una bala rompió una ventana”, recordó Fernanda, cuya madre fue víctima de violencia de género.

La joven recuerda que comenzó a gritar, intentó esconderse debajo de un auto, pero el exnovio de su mamá la vio y le disparó. Fernanda gritó de dolor y miedo, pero decidió taparse la boca con la energía que le quedaba para engañar al agresor y hacerle pensar que ya la había matado.

El sujeto se dio a la fuga en un Jetta color blanco, sin placas, que había rentado en Santa María Atarasquillo y, desde ese momento, no se conoce su paradero.

Agresor continúa libre

Pese a la evidencia que pesa en su contra, la autoridad judicial no ha girado una orden de aprehensión en contra de Iram, sino que se le citó para una audiencia por el delito de lesiones.

“Vivimos con miedo, mi mamá está en la cama todo el día, si no está dormida, vomita, tiembla, sólo me pide perdón. Yo aún no sano de las heridas y me da miedo llevar a mis hijos a la escuela, porque esto pasó afuera de mi casa, él está libre y nosotras vivimos con pánico de que venga a rematarnos”.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México, abrió una carpeta de investigación por los delitos de feminicidio y homicidio en grado de tentativa, el imputado es Iram, pero sigue libre.

Incluso las víctimas ya proporcionaron la información que tienen sobre su rutina, pues trabaja en Hermosillo, Sonora, pero no ha sido localizado.

Mientras se recuperan del ataque, pues sus heridas aún no cierran, viven presas del miedo, confinadas en un hogar que el atacante conoce, sin protección de alguna autoridad, sin ingresos, porque están convalecientes y viven al día.

Fernanda, con la garganta hecha nudo por el terror de que le hagan más daño a su familia, pide justicia, porque ella es la que vive recluida y no el sujeto que intentó asesinarla, a su madre y a su pareja.