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Tala clandestina convierte bosques en milpas

 

La comunidad de Tianguistenco y otras áreas afectadas exigen garantizar un medio ambiente que no esté amenazado por inmobiliarias y agricultores.


Por Fernanda García 

En Santiago Tianguistenco, una vez conocido por sus cerros tupidos de árboles, la tala clandestina y el cambio de uso de suelo han transformado el paisaje en milpas e inmuebles. 

Los habitantes de esta zona boscosa denuncian que las áreas forestales se convierten en agrícolas, lo que compromete los recursos naturales y la capacidad de producir agua a través del filtrado en las áreas forestales.

Los pobladores reconocen que a inicios de año distintos incendios forestales fueron provocados intencionalmente para cambiar el uso de suelo

Esto, sumado a la explotación legal e ilegal de árboles, ha mermado significativamente los recursos de la región.

Uno de los residentes, quien prefirió permanecer en el anonimato, destacó que el crimen organizado ha avanzado en los bosques, no solo en Ocuilan y Tianguistenco, sino en todas las zonas con masa forestal.

“Los bosques están cada vez más reducidos y, aun así, se siguen otorgando permisos para derribar árboles y si no se los dan, igual llegan y derriban. Las autoridades deberían regular de manera efectiva y no permitir más cerros pelones”,

señaló el poblador.

Información de la Secretaría de Seguridad del Estado de México revela que municipios como Ocuilan, Xalatlaco, Santiago Tianguistenco, Xonacatlán, Otzolotepec, Isidro Fabela y Zinacantepec, entre otros, son focos rojos en materia de tala clandestina. 

En algunas zonas, como Ocuilan y Xonacatlán, se han formado patrullas vecinales para contrarrestar la tala ilegal.

Estos grupos comunitarios, armados con palos, machetes y resorteras, defienden sus bosques con lo que pueden.

“Estamos considerando unirnos como guardianes de los bosques. Estamos atrapados entre la tala y la sequía, todo es parte del mismo círculo”,

agregó otro residente.

Durante 2022, se estima que se perdieron mil 310 hectáreas de bosques maderables debido a la tala ilegal, cifra que se suma a las 9 mil 467.30 hectáreas afectadas por incendios forestales. 

Ante esta situación, en Tianguistenco se ha lanzado un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que implementen programas sostenibles no solo de reforestación sino de protección de los bosques.

Los habitantes temen que la explotación desmedida de los recursos naturales no solo cause escasez de agua, sino también contaminación ambiental, poniendo en riesgo la extinción de diversas especies y la salud humana. 

La comunidad de Tianguistenco y otras áreas afectadas exigen una respuesta urgente y efectiva para preservar sus bosques y garantizar un medio ambiente que no esté amenazado por inmobiliarias y agricultores.