Investigaciones Capital
Pese a la crisis por agua, bacheo e iluminación que padece Toluca, el alcalde Juan Maccise Naime decidió reducir el presupuesto este año destinado a obra pública en 100 millones de pesos y, peor aún, devolverá otros 300 millones de pesos al concluir el ejercicio fiscal, que no quiso o no supo gastar para aliviar los problemas de los habitantes de la capital del Estado de México.
Con base en la información del municipio, disponible en su página de transparencia fiscal, en 2023 el ayuntamiento gastó casi 579 millones en obras; en cambio, para 2024, se programaron 479 millones, justo 100 millones menos que el año anterior, lo cual representa una disminución considerable en la ejecución de las mismas con el consecuente malestar de la ciudadanía por la falta de acceso a servicios públicos que resultan básicos.
La reducción presupuestal fue justificada en su momento por la alcaldía para estar en concordancia con la austeridad del gobierno mexiquense, en un año electoral -del que Morena obtuvo el triunfo-, sin importarle los problemas y el enojo que ha provocado la carencia de servicios entre los toluqueños.
Sin embargo, esas excusas de austeridad caen por tierra debido a que el presupuesto total de 2024 es mayor, en comparación al ejercicio fiscal anterior. Es decir, para este año contó con 5 mil 337 millones de pesos, pero decidió direccionarlo a otros rubros que consideró “más importantes”, como “inflar” la nómina de sus trabajadores, que ejecutar obras primordiales para aliviar a los ciudadanos.
El alcalde priísta quiere sumarse a Morena con el “regalo” de haber ahorrado unos recursos, pero dándole la espalda a los toluqueños, pues a la reducción presupuestal para obras sumará otro “descalabro” con el subejercicio de más de 300 millones de pesos, que tendrán que serán devueltos a las arcas de la federación, por no haberlos ejercido este año.
Hasta el corte de septiembre pasado, el ayuntamiento de Toluca había pagado solo 112 de los 479 millones de pesos programados ya con el recorte; es decir, la administración emergente de Juan Maccise Naime trascenderá por su negligencia e incompetencia, al ser la que menos ha invertido en obras para Toluca, con una reducción total de 400 millones de pesos.
El subejercicio, que por sí solo exhibe incapacidad para administrar, muestra también que las obras previstas de este año no se han iniciado o los trabajos no han concluido, lo cual evidencia, además, que no fueron programadas a tiempo y, peor aún, tampoco se supervisan los avances, con lo cual el ayuntamiento queda arrodillado y merced de la “cuchara grande” de sus proveedores.
Los 112 millones de pesos ejercidos hasta septiembre de 2024, han tenido que ser “estirados al máximo”, no sólo para dar paliativos en los servicios de agua, bacheo y alumbrado público, sino también para otros rubros, tales como tratamiento de basura, instalaciones para el bienestar animal, remodelación de parques, panteones y otros espacios públicos.
Con sus decisiones presupuestales, Juan Maccise Naime ha demostrado un pésimo manejo administrativo, además de su desprecio a los toluqueños, a quienes no les queda otra que “tandearse” el agua (cuando hay), transitar por vialidades deterioradas por la gran cantidad de baches y caminar con miedo por las noches, ante el peligro de sufrir un ataque a manos de delincuentes.
Toluca se halla hoy entre la negligencia e incompetencia de una autoridad municipal prácticamente “paralizada” en términos de obra, entre la desesperación y el enojo de sus habitantes, pero con la esperanza de nuevos y mejores aires a partir del próximo 1 de enero, cuando se renovará el ayuntamiento.