Toluca es la segunda ciudad más contaminada a nivel nacional, pues de los 149 días de este año, ninguno ha tenido buena calidad del aire, siendo las partículas sólidas de PM10 y PM2.5 las que provocan mayores ingresos hospitalarios por enfermedades relacionadas al sistema respiratorio, o incluso, por infartos.
Partículas dañinas
En la conferencia “Movilidad sustentable e incluyente como detonante del desarrollo orientado al transporte”, que fue impartida por la integrante de la organización “Rueda Metepec”, A.C., Diana Bobadilla Martínez explicó que las gráficas son claras, pues todos los días del año 2017 están en rojo, pero aún no se marcan las contingencias ambientales, porque así lo predispone la Ley, al señalar que no se tiene un índice de ozono alto, pero lamentablemente no se consideran las partículas PM10 y las PM2.5 que representan veneno puro para el organismo humano.
“De ese, 100 por ciento de contaminantes, 70 por ciento lo produce el transporte público y de carga, que significan 32.55 millones de toneladas al año de dióxido de carbono, hidrocarburos, de PM10, PM2.5, de nitróxidos, entre otros, y el ser humano respira hasta 6.4 toneladas”.
Gasto en tratamientos médicos
Durante el Foro “Medio Ambiente y Sustentabilidad”, que se realizó en días pasados en la Facultad de Planeación Urbana y Regional de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), la especialista indicó que a pesar de que no son medidas en muchas ciudades, las partículas en suspensión de menos de 2.5 micras, o PM2.5, parecen ser un mejor indicador de la contaminación urbana, aún más que las PM10.
Su origen es antropogénico en una alta proporción, pues provienen de las emisiones de los vehículos diésel en la ciudad, y los efectos que tienen sobre nuestra salud son muy graves, por su capacidad de penetración en las vías respiratorias. “Las partículas PM10 y PM2.5 se quedan en el organismo, y de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), representa un gasto de 130 millones 331 mil 371 pesos, al IMSS”, indicó.