En un sondeo realizado por Capital Estado de México y Capital Media en las delegaciones de Capultitlán, Tlacotepec y San Felipe Tlalmimilolpan entre otras, pertenecientes a Toluca, pobladores de estos lugares desconocen que Juan Maccise Naime es el Presidente Municipal de la capital mexiquense, por supuesto no tienen idea de a qué partido político pertenece y algunos de ellos lo tomaron como una broma, preguntando si se trataba de algún experimento social.
Incluso habitantes de las zonas en dónde este medio llevó a cabo las preguntas, siguen ubicando a Raymundo Martínez Carbajal como el alcalde y desconocen totalmente la trayectoria y/o el trabajo que realiza la actual administración.
A pregunta expresa de Capital Media, sobre la calificación que darían al desempeño del Presidente Municipal, esta es reprobatoria, pues no existe solución a sus principales demandas de seguridad, agua, empleo y calles sin baches. “Raymundo se ha distraído en cuestiones personales y creo que eso ha afectado su desempeño en el municipio”, es una de las respuestas. Con cara de asombro, también reconocen no saber que el nuevo alcalde es Juan Maccise Naime, tras un procedimiento jurídico/legal.
Por supuesto dicen desconocer desde cuándo y el por qué (concretamente) se dio el “cambio”, pues ellos votaron por una opción y es a quién reclaman, “de actual (Juan Maccise Naime), no sabemos ni conocemos que hace o quién lo puso ahí, pero no ha resuelto ninguna de las problemáticas a la que nos enfrentamos en el día a día”, detallan.
De los habitantes consultados (hombres y mujeres mayores de edad) sólo un par de ellos reconocieron quién está ahora al frente de la administración municipal de Toluca, pues se vieron en la necesidad de llevar un escrito y ahí les dijeron que las peticiones, quejas y demás ya no deberían ir dirigidas a Raymundo Martínez Carbajal.
A cuestionamientos sobre las principales deficiencias que se tienen en la capital mexiquense señalaron que éstas son: seguridad pública, agua potable y el empleo, tres rubros en dónde quien gobierna y debería ser el primer contacto con la población, parece no haberse enterado y sólo hacen eventos en donde se llevan a cabo acciones que son de oropel.
Nula atención al ciudadano
Por ejemplo, en la delegación de Capultitlán además de los problemas de agua, se ha denunciado la aparición de casas de seguridad ubicadas (con calle y número) pero las autoridades no hacen más que fingir la realización de operativos para detectarlas, pero sin dar resultado alguno.
Es el mismo caso que han denunciado habitantes de la delegación Tlacotepec, en dónde además de estas casas de seguridad, han presentado quejas por olores que pueden ser producto de procesos químicos en una zona donde no hay industria relacionada con este tipo de actividades.
En ambas zonas la inseguridad es el mayor reclamo de los habitantes, pues los hurtos a peatones, estudiantes y amas de casa están a la orden del día. Existen, dicen a este medio, más de una docena denuncias por robo a casa habitación, son delitos cuyos avances están estancados.
Al cuestionamiento sobre las denuncias y quejas presentadas a las autoridades de primer contacto, que en este caso sería la policía municipal, los habitantes de Tlacotepec y Capultitlán dan a conocer que la respuesta de esta corporación es nula, no contestan en los teléfonos de emergencia, tampoco acuden las patrullas a los llamados de auxilio, alegando las unidades están asignadas a otras tareas, a operativos o bien se encuentran realizando comisiones; eso sí sin explicar cuáles son esas actividades encomendadas, en dónde, cuándo y con quién.
Las historias que se relacionan con el tema de la seguridad son diversas, pero en todas ellas está la singularidad de nunca tener la atención de uniformados en los momentos en que se requería. Las patrullas con elementos no acuden a los llamados de auxilio, tampoco hay asistencia posterior y los rondines de las mismas son escasos o nulos.
Abandono ante crisis por agua
Por lo que hace al rubro de la dotación de agua potable, las quejas aumentan de tono pues existen lugares en dónde, por la desatención, vecinos de estos sitios se han agrupado y organizado para la compra de pipas de agua. La erogación es variable y, obviamente depende de la empresa, sin embargo, el promedio de aportación por pipa es de 900 pesos.
Como es de imaginarse el consumo depende del número de integrantes de familia y del uso del líquido, de tal suerte que una familia con tres o cuatro integrantes termina por gastar hasta 1800 pesos a la semana.
Integrantes de estas familias, relatan a Capital Estado de México han optado por acudir a lavanderías ubicadas fuera de su zona de movilidad para contar con ropa limpia, lo que además significa un gasto más, acción realizada para economizar el uso de agua.