Ella es Tulia, médico general desde hace siete años, tiene un día de haber obtenido su alta del Hospital General de Las Américas en Ecatepec, es una guerrera que le ganó la batalla al COVID-19, esa enfermedad que ha atacado a millones de personas en el mundo, y con su tono de voz bajo, por las secuelas de haber estado en intubación nueve días, expresa que ha vuelto a nacer y lo único que pide a la población es que se cuiden mucho.
“Pues son momentos de mucho temor, porque uno no sabe qué va a pasar, uno se debate entre la vida y la muerte, yo la verdad, sentía que no iba a lograr salir adelante durante la intubación, es una experiencia muy difícil, es algo que no le deseo vivir a nadie, ahorita estoy en casa con mi familia, recuperándome”, afirmó.
“Es como prácticamente volver a nacer porque es una experiencia muy difícil y es volver a nacer prácticamente”, señaló.
Tulia de 34 años y su hermana Sandra Yulieth, trabajan como médicos generales en una localidad indígena en San Luis Potosí, donde brindan su servicio en unidades médicas móviles, lugar donde comenzaron a luchar contra el COVID-19.
Sin embargo, el destino no quiso que ellas permanecieran en esta localidad y tuvieron que combatir esta enfermedad desde su lugar de origen, en Jaltenco, Estado de México, luego de recibir la noticia de que su mamá estaba enferma.
Tulia estuvo al pendiente del cuidado de su mamá cuando ésta ingresó en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Zumpango, pero lamentablemente su madre falleció el 1 de mayo y fue considerada un caso sospechoso por COVID-19, posteriormente ella resultó ser un caso positivo.
Ingresó el 18 de mayo al hospital, en Ecatepec, pasó nueve días intubada, tiempo en el cual, ella luchó por su vida sin saber qué pasaba en su entorno, sin tener idea de las horas y los minutos que transcurrían, solamente dormía profundamente, estaba sedada.
“Comencé con dificultad respiratoria, motivo por el que se me tuvo que intubar y es por eso que ahorita no se me escucha la voz, pero después de nueve días de estar intubada, pasó ya la situación más crítica y gracias a todo el personal del Hospital las Américas, ahora sigo recuperándome en casa”, comentó.
Fue hasta el 1 de junio que Tulia fue dada de alta del hospital, pero su recuperación continúa en proceso en casa, debe seguir aislada durante dos o tres semanas, está con oxígeno que le deben colocar por ratos, se vigilan sus signos vitales y tiene tratamiento antibiótico, anticoagulante y analgésicos, y es su hermana Sandra Yulieth, quien cuida de ella.
“Yo les sugiero a todos que de verdad crean en la enfermedad, que lleven a cabo todas las medidas preventivas, porque todos estamos en riesgo, afortunadamente yo logré superar esta enfermedad. Cuídense mucho”, expresó.
Sandra Yulieth dice, por su parte, que para la familia fue un proceso muy complicado, primero la muerte de su mamá y después la enfermedad de su hermana, pero da las gracias por el apoyo del personal médico del Estado de México, principalmente a quienes lograron que Tulia se recuperara para que ella pueda cumplir con la misión laboral que dejó pendiente, seguir cuidando de la salud de las comunidades indígenas de San Luis Potosí, donde lleva cinco años ayudando a la población.