Tras una persecución, elementos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) recuperaron un vehículo reportado como robado, momentos antes y detuvieron a dos hombres probables implicados en los delitos de robo con violencia; durante la intervención, aseguraron una réplica de pistola, posible droga y un segundo automotor que fungía como muro.
Mediante una llamada al número nacional de emergencias 9-1-1, personal del Centro de Mando estatal, tuvo conocimiento del hurto con violencia de un automóvil, de la marca Renault Logan, color blanco, rotulado con el logotipo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en la comunidad de Xala, por lo que avisaron a uniformados estatales en campo para su atención.
Policías de la SSEM adscritos a la Coordinación de Grupos Tácticos, que realizaban patrullajes de vigilancia en la zona, establecieron contacto con la víctima que denunció que instantes antes, un hombre descendió de un automóvil de la marca Toyota Yaris, color gris, con placas de circulación de la Ciudad de México, y lo amenazó con una pistola para despojarlo del automotor, agregó que ambas unidades circulaban metros adelante.
Los pilotos perdieron el control e impactaron con una nopalera
Apegados al protocolo de actuación, los efectivos estatales implementaron un operativo de búsqueda, avanzaron sobre la vialidad, donde mediante comandos verbales le marcaron el alto a los conductores para realizar una revisión a los datos de identificación vehicular, a lo que hicieron caso omiso, y se inició una persecución que culminó en el camino de Chinicuiles, en Ejidos de Atla; en el sitio, los pilotos perdieron el control e impactaron con una nopalera.
Tras realizar la inspección protocolaria, las fuerzas del orden encontraron entre las pertenencias de los individuos, una réplica de arma de fuego, color negro, calibre 4.5 milímetros hecha en Taiwán, tres envoltorios con polvo blanco con características propias de la droga conocida como cocaína; ante el hallazgo y a solicitud de la parte afectada, los oficiales detuvieron a Miguel “N” y Abel “N” de 27 y 18 años de edad, respectivamente.