Más de 2 mil 100 presos que se encuentran en las cárceles mexiquenses, fueron reubicados en 2022 como parte de las acciones para reducir el hacinamiento; mil 361 fueron trasladados a penales del orden federal en otros estados, de acuerdo a información proporcionada por la Secretaría de Seguridad del Estado de México.
La institución encabezada por Rodrigo Martínez-Celis Wogau, reconoció que los penales mexiquenses tienen una sobrepoblación de más del 200 por ciento, ya que actualmente se encuentran 35 mil personas privadas de la libertad en los 21 Centros de Reinserción Social.
Las penitenciarias mexiquenses, sólo tienen espacios cama para 14 mil internos, es decir, 21 mil no cuentan con un lugar dónde dormir, por lo que deben compartir espacios con otros internos.
Algunos duermen parados
De acuerdo a diversas declaraciones de familiares de presos en el Penal de Barrientos, localizado en Tlalnepantla, algunos internos duermen parados, debido a la falta de espacios.
Ante este panorama, las autoridades mexiquenses han puesto en operación dos estrategias, se trata de la ampliación de infraestructura penitenciaria y la despresurización de los Centros Penitenciarios mexiquenses.
Como parte de la llamada despresurización, 807 internos fueron remitidos a otros penales de la misma entidad, en tanto, mil 361 enviados a Centros Federales localizados en los estados de Nayarit, Coahuila, Guanajuato, Morelos, Chiapas, Oaxaca y Durango.
En lo que corresponde a la infraestructura, en septiembre de 2022, abrieron el módulo 8 del Centro Penitenciario de Tlalnepantla, lo que aumentó en un 45 por ciento la capacidad instalada del penal, pasando de mil 69 espacios a mil 536.
En tanto, desde el pasado octubre del 2019 inició operaciones el Centro Penitenciario Tenancingo Sur, el cual cuenta con una capacidad de mil 140 espacios-camas.
Aquí fueron trasladados las personas privadas de su libertad del Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Temascaltepec, así como los sentenciados del penal de Cuautitlán.