La promoción en espectaculares es un negocio del que se benefician los políticos, no aporta nada a la democracia y sólo sirven para que los partidos y/o ayuntamientos gasten recursos públicos, señaló Christian Salazar Montiel, especialista en ciencia política en materia de democracia.
De acuerdo al también profesor de la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México, la promoción a través de espectaculares es ocasionado por la falta de reglas claras en la Ley electoral.
“Todos esos espectaculares donde salen los políticos: de líderes de una revista o en el primer ranking de popularidad, son válidos, porque no llaman al voto, lo mismo en el caso de la propaganda gubernamental, porque no violentan las supuestas normas electorales”, comentó.
Según la Ley electoral, para que la promoción de un político sea penada debe llamar a votar y tener el logo del partido, cuando no se tienen esas características no se considera que se esté violentando la ley.
Por ello, de acuerdo al especialista para que dejen de existir estos actos que sólo dañan la democracia, se debe impulsar una segunda generación de reformas electorales que modernicen los procesos de campaña, a través de la presión de la ciudadanía.
“No se hace política dando playeras ni poniendo espectaculares, esa es una política del pasado, se debe quitar de fondo, prohibiendo la compra de los espectaculares tanto para los partidos políticos como para las administraciones, no tiene sentido promoverse a través de un espectacular, no informa nada”, señaló el especialista.