El derecho de la mujer mexicana a votar y ser votada, que se otorgó en 1953, sigue presentando retos, entre los cuales está lograr mayor representatividad y ocupación en cargos de elección popular y decisión por parte de las mujeres en un sentido de igualdad y equidad, coincidieron investigadores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
Para la docente universitaria Paola Carrillo Hinojosa, el derecho de la mujer a votar y ser votada debe ser visto como una etapa en evolución.
Que además de generar mayor representatividad de las mujeres en los cargos de elección popular, implique la toma de decisiones en el sector público, de impacto económico, político, social y cultural.
“Este derecho debe implicar que podamos avanzar y que se vayan ocupando cargos por una cuestión de igualdad y no por ser políticamente correctos”.
“Abrir espacios para las mujeres, realmente hacerlo convencidos de la igualdad y de las capacidades que como mujeres hemos desarrollado”, expresó.
Carrillo Hinojosa refirió que este derecho abre la posibilidad y el reto para las mujeres que a través de su representatividad en los cargos de elección popular le den relevancia y empujen la agenda pública de este sector de la población en las esferas de decisiones del sector público y privado.
Abundó que aunque hay un avance de las mujeres al encabezar gobiernos estatales y locales u ocupar curules en los congresos, aún son minoría en comparación con las posiciones que tienen los hombres.
En su oportunidad, el investigador de la FCPyS, Ramiro Medrano González, indicó que el derecho de la mujer a votar y ser votada se puede observar en dos escenarios: en su participación en la organización de la elección y el ser candidatas a un cargo de elección popular.
Medrano González aseguró que hubo un avance contundente del logro de la mujer en la entidad, al referir que de los mil 306 cargos a elegirse a nivel local, el Congreso tiene por primera vez 37 diputadas y 38 diputados y de los 124 ayuntamientos que han arrojado resultados, hasta el momento, 47 serán encabezados por mujeres, lo cual es una cifra histórica.
“La parte cuantitativa está bien, vamos avanzando, lo que está pendiente es la parte cualitativa, la de toma de decisiones; entonces, legislar con perspectiva de género es una responsabilidad tanto de diputadas como de diputados”, agregó.
Ramiro Medrano González recordó que la democracia electoral solo es viable con el reconocimiento de los derechos de las mujeres.