En la ciudad de Toluca, como en la mayoría de los municipios, aún se cuenta con negocios tradicionales y especiales, que a pesar de la modernidad con el uso de gas y electricidad siguen vigentes, pero de manera desafortunada, atraviesan por una crisis que se complica cada año, como las carbonerías.
El hecho de que ya no sean negocio se atribuye a que ahora el carbón se puede adquirir en cualquier cadena de los grandes negocios comerciales y tiendas de autoservicio, pero a un precio mucho mayor.
En el corazón de la capital mexiquense existen sólo tres comercios que continúan abriendo sus puertas: uno de ellos es la “Carbonería Peñaloza”, ubicada en la calle Santos Degollado, en el Barrio Santa Clara, con más de cuatro décadas y ahora funciona gracias al esfuerzo de Georgina Mares Flores y su esposo.
En entrevista para CAPITALMEDIA, Georgina señaló que la venta de carbón vegetal decrece al paso de los años, calculando una baja de hasta 70 por ciento con respecto a lo que vendían en antaño.
Detalló que las carbonerías suelen vender entre una tonelada por semana, lo cual apenas les da para vivir, ya que el costo por kilogramo es de 10 pesos y el promedio de consumo es de dos kilos por cliente.
Señaló que en temporadas como Navidad y Año Nuevo suelen percibir un incremento de 50 por ciento en su actividad, por el frío y algunas fiestas, pero el resto del año la venta se limita a los clientes que usan ese producto para los asadores en días de campo, hornos y parrillas.
Sus principales compradores dijo, son las personas dedicadas a la venta de tamales, gorditas, quesadillas, elotes y rosticerías, quienes prefieren invertir 40 pesos en lugar de comprar un tanque de gas que cuesta casi 10 veces más.