Las tensiones de la relación conflictiva entre Andrés Manuel López Obrador, virtual ganador de las elecciones del domingo pasado, con los empresarios dieron un giro de 180 grados, pues en voz de Alfonso Romo, propuesto como jefe de la Oficina de la Presidencia, con la iniciativa privada tiene una “luna de miel”.
Tras un encuentro de casi tres horas con los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), López Obrador calificó de muy buena su reunión y la resumió en una palabra: confianza.
“Fue muy cordial, de coordinación para trabajar conjuntamente gobierno y sector empresarial, expresar mi satisfacción por la actitud del empresariado de nuestro país”, expresó López Obrador.
El político tabasqueño llegó al hotel donde se llevó a cabo la reunión rodeado de la nube de periodistas que lo acompañan a todos lados, entró a la reunión y –a la salida– encabezó una conferencia de prensa acompañado por Juan Pablo Castañón, dirigente del CCE.
Informaron que durante el encuentro se acordó la puesta en marcha del programa “Jóvenes construyendo el futuro”; para que 2.6 millones de jóvenes puedan aprender un oficio en fábricas, al que se le destinarán 110 mil millones de pesos, aun antes de que tome posesión.
“(Será) un mecanismo sencillo: el gobierno va a transferir a las empresas el recurso, del presupuesto, para pagar la nómina de estos jóvenes”, afirmó.
El político tabasqueño indicó que aunque se queden “sin camisa”, financiarán todas las propuestas sociales de campaña, como aumentar la pensión al doble de los adultos mayores y a discapacitados pobres, lo que significará una inversión de 150 mil millones de pesos: “La inversión para el desarrollo social más importante que se hará”.
Acompañado por Alfonso Romo, propuesto jefe de la oficina de la Presidencia; Graciela Márquez, propuesta como secretaria de Economía, y Luisa María Alcalde, propuesta como secretaria del Trabajo, manifestó que en la reunión privada no se trató el tema del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Les pidió que se dé prioridad a la inversión en el sureste.
En tono cordial, Castañón expuso la necesidad de un gobierno sólido que fortalezca la unidad de los mexicanos y la confianza. Detalló que se establecieron mecanismos de trabajo para la transición y acordaron reuniones cada tres meses.
Ni se acuerdan
Los empresarios, incluso aquellos con los que López Obrador tuvo enfrentamientos directos durante la campaña presidencial, le dieron un voto de confianza al virtual presidente electo y calificaron el encuentro con un nutrido grupo de ellos como bueno.
Claudio X González Laporte, uno de los principales detractores del tabasqueño, dijo que atrás quedaron las diferencias y descalificaciones: “Salimos entusiasmados, con energía para hacer lo que tenemos que hacer y todos tenemos que poner de nuestra parte para hacer de México próspero”.
– ¿Quedó atrás ese discurso de Andrés Manuel cuando los llamaba minoría rapaz? – Hoy no hubo nada de eso.
Al empresario Valentín Diez Morodo se le preguntó si ya era la reconciliación total, soltó entre risas “no sé qué es eso”.
Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, señaló que las propuestas presentadas por López Obrador son para preservar la estabilidad y fortalecer el estado de derecho, pues otra de las áreas en las que se trabajará es combatir la corrupción y la impunidad.
Alejandro Ramírez, director de Cinépolis, comentó que fue una buena reunión, con propuestas constructivas que suman a México.
El también presidente del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), y a quien López Obrador llamó integrante de la “mafia del poder” y “traficante de influencias”, comentó que el diálogo fue conciliador y propositivo, lo cual genera confianza y certidumbre sobre el marco regulatorio en las propuestas de política pública que están por venir.
Es un honor…
Gerardo Gutiérrez Candiani, titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales, indicó que el político tabasqueño mostró una gran apertura y un gran compromiso de respetar al sector empresarial mexicano.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación ( Canacintra), Enrique Guillén Mondragón, consideró que la reindustrialización del país que les planteó les hace darle el voto de confianza, ya que el motor de las exportaciones no será suficiente para generar todo el empleo y generación de riqueza que se requiere.