A punto de cumplirse un año de la aplicación del Sistema Penal Acusatorio, en la Ciudad de México han sido liberados 5 mil 215 convictos en 11 meses, 474 al mes, para un promedio diario de 15.80 internos en libertad, esto representa más de 21 millones de pesos al mes de ahorro.
El 18 de junio del 2016 entró en vigor en su totalidad el sistema acusatorio para los delitos graves meritorios de la prisión preventiva oficiosa. Entre el 16 de junio del 2016 y el 28 de mayo se liberó a 5 mil 215 internos en prisiones capitalinas.
De acuerdo con las cifras del Sistema Penitenciario local, cada reo tiene un costo diario en promedio de 140 pesos; ello significa que al mes se dejan de erogar 21 millones 903 mil pesos.
La cifra de ahorro aumentará conforme sean liberados internos o no lleguen a la cárcel, porque su crimen no es meritorio de aplicar la prisión preventiva oficiosa. Lo anterior se puede solucionar mediante la reparación del daño o las medidas alternativas de solución de controversias, entre otras garantías.
El ahorro no sólo es por el costo que tiene el Estado, sino también los familiares de los presos por conceptos de sobornos y otros actos de corrupción, como pago por pase de lista, el “rancho”, protección, visitas familiares, conyugales o “fantasmas” (ingreso sin kardex de visita autorizada cualquier día y hora de la semana), que llega a tener un costo de 300 pesos.
Ingreso de alimentos, uso de color de ropa especial, alquiler de vestimenta especial para ingresar al penal, pago para evadir la fajina; alquiler de mesas, sillas y sombrilla para los días de visita; “llaves” para llegar a visita médica (diversos retenes de custodios que necesitan pasar) y convivencias, entre otros gastos de enseres personales.
Todo tiene un costo aproximado de 150 pesos diarios que los internos precisan desembolsar a fin de hacer su vida más llevadera dentro del penal, pues el mínimo de cada uno de los “servicios” es la denominada “moneda dorada”, 10 pesos, dijo en entrevista Raúl, un exconvicto.
Sistema adversarial
Como parte de la estrategia, además de la liberación de internos, muchos acusados no son ingresados a la cárcel, pues una de las máximas del sistema penal adversarial es la presunción de inocencia y evitar al máximo la prisión preventiva oficiosa.
De esta manera, y de acuerdo con las estadísticas de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario, están ingresando en promedio mensual 3.6 reos cada tercer día, pero sólo por delitos graves como homicidio, robo agravado, violación o secuestro, entre otros.
Es decir, los presuntos responsables de delitos no graves, culposos o por querella no enfrenten su proceso en la prisión; durante este tiempo se mantienen con sus propios recursos, sin costo para el Estado.
El objetivo principal del sistema no sólo es despresurizar las cárceles, sino lograr un ahorro per capita con la liberación de reos sentenciados o bajo proceso a través de diversas figuras cautelares.
Mala preparación
El secretario general de la organización civil México Unido Contra la Delincuencia, Juan Francisco Torres Landa, reconoció las bondades del nuevo sistema penal, y que el problema no está en lo que las autoridades han denominado “hipergarantismo”, sino en la falta de preparación de los servidores públicos involucrados en el sistema penal.
Otra ventaja de sacar a los primodelincuentes de las cárceles es que ya no se contaminan con los reos que compurgan penas de por vida.
“La sobreexposición de los infractores que entraban a prisión por delitos menores, como daños patrimoniales y que no tenían para pagar tenía un costo mucho más gravoso para el Estado que el pago diario de su manutención”, dijo.
Ahorra CDMX 21 millones de pesos al liberar reclusos
Un reo tiene un costo diario en promedio de 140 pesos en la CDMX
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