Por Israel Yáñez
Javier Duarte de Ochoa se declaró culpable de los delitos de asociación delictuosa y uso de recursos de procedencia ilícita, por lo que fue sentenciado a nueve años de prisión y 58 mil pesos de multa, aunque no fue obligado a reparar el daño.
A través de procedimiento abreviado, solicitado por la defensa a través del Ministerio Público, el juez dictó la sentencia condenatoria contra el ex gobernador de Veracruz, quien no tendrá derecho a solicitar la libertad bajo caución debido a los años que se impusieron de prisión.
Asimismo, perdió sus derechos políticos y electorales, en el tiempo que estará recluido y se ordenó el decomiso de diversas propiedades, entre ellas 21 parcelas que concentran 642 hectáreas en Campeche, así como 10 propiedades que concentran 11 departamentos, algunos de ellos en zonas residencias en Cancún y la Ciudad de México.
Para hacerse acreedor de este beneficio, Duarte de Ochoa tuvo que reconocer públicamente que cometió los delitos mencionados en agravio del erario federal, para lo cual creó empresas fantasma y una organización criminal para los desvíos, según consta en 47 datos de prueba presentados por el Ministerio Público y que el ahora condenado aceptó tácitamente.
Mientras tanto, su defensa difundió un comunicado para externar su postura respecto al caso de su cliente.

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