La opacidad, el dispendio y la información poco clara son factores que sustentan la desconfianza que tiene el público respecto del Congreso de la Unión, pues 51 por ciento de la población en México tiene una opinión mala o muy mala de los diputados y senadores.
Un estudio del Instituto Belisario Domínguez resalta que sólo cuatro de cada 10 personas encuestadas saben que el Congreso se compone de dos cámaras y ocho de cada 10 desconoce el número de legisladores que las integran.
El estudio “La opinión pública en el Congreso de la Unión” destaca que la mayoría de los mexicanos tiene un bajo conocimiento sobre la composición, integración y facultades del Poder Legislativo Federal.
En cuanto a la evaluación del desempeño, 37.3 por ciento de la población tiene una opinión positiva (buena y/o muy buena); mientras, que 51 por ciento tiene una de carácter negativo (mala y/o muy mala).
Señala el estudio que persiste el desinterés de la ciudadanía en torno de la labor del Poder Legislativo. Una encuesta elaborada por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM en 2016 revela que 44.8 por ciento de las personas entrevistadas manifestó no tener interés en los asuntos discutidos en el Congreso.
Según el estudio, la ciudadanía tiene dos valoraciones negativas sobre el órgano legislativo: la mayoría no se siente representada y, probablemente por esta falta de representatividad, la mayoría tampoco se muestra interesada en los asuntos que se dirimen en ese poder federal.
A pesar de estas dos tendencias, 64 por ciento de la población considera que el Congreso tiene mucho poder para cambiar las cosas en México.
Dispendio en el Senado
Con ese ambiente de opinión, durante el primer trimestre de 2018, la Cámara alta dispuso de más de 186 millones de pesos en telepeaje para senadores, alquiler de estacionamiento para 600 vehículos, iluminación arquitectónica de la nueva sede de Reforma e Insurgentes, mantenimiento de bienes inmuebles y muebles, seguridad del recinto senatorial y servicio de alimentación de la Junta de Coordinación Política.
Entre enero y marzo del presente año, el Senado erogó un millón 500 mil pesos en el servicio de alimentación de la Junta de Coordinación Política. En medios electrónicos IAVE y servicio del sistema de telepeaje para senadores se erogaron 3 millones 980 mil 900 pesos.
Un total de 11 millones 979 mil pesos se gastaron en el servicio de estacionamiento y pensión de 600 autos en los inmuebles del Monumento a la Madre y Morelos.
En el servicio de mantenimiento preventivo y correctivo al sistema de iluminación arquitectónica, instalado en la nueva sede se adjudicaron 3 millones 209 mil 900 pesos.
Por lo que respecta al servicio de limpieza de inmuebles y muebles se erogaron en dos contratos 32 millones 41 mil 600 pesos y 42 millones 655 mil 600 pesos.
En el Servicio de Seguridad y Vigilancia de 24 horas al día, se desembolsaron 43 millones 383 mil 500 pesos.
En la adquisición de vales de despensa de amplia cobertura se gastaron 47 millones 553 mil 200 pesos.
Proponen recortes
Al respecto, Martí Batres, próximo senador de Morena, propuso recortar 100 plazas de altos mandos del Senado para obtener ahorros por casi 150 millones de pesos, pues afirmó que la estructura operativa de esta Cámara sufre de “hipertrofia”.
Por ejemplo, dijo, entre personal sindicalizado, de confianza y de carrera hay 951 empleados y 326 altos mandos, lo que representa un mando por cada tres trabajadores.
Apuntó que actualmente los 326 altos mandos representan para el Senado un gasto de 325 millones 520 mil 77 pesos anuales y en caso de aprobarse su propuesta, se obtendría un ahorro de 45.9 por ciento.
En los últimos tres años las cámaras de Senadores y de Diputados aumentaron de 872 a mil 135 el número de plazas de altos mandos, lo que representó un gasto adicional de mil 247 millones de pesos entre 2015 y 2018.
Alfonso Ramírez Cuéllar, diputado electo de Morena, indicó que en el periodo de 2015 a 2017, en el Poder Legislativo se incrementó sustancialmente el gasto corriente en sueldos destinados a los altos funcionarios.
Ramírez Cuéllar indicó que todas estas medidas representarían un ahorro de 719.5 millones de pesos en la Cámara de Diputados y de 540.2 millones más en el Senado de la República.
Precisó que entre 2015 y 2017, la Cámara de Diputados ejerció recursos excesivos para el pago de servicios personales por un acumulado de 948.2 millones de pesos, en tanto que el Senado, en ese mismo periodo de tiempo solicitó ampliaciones y ejerció en exceso 299.5 millones de pesos, también sólo para el pago de servicios personales.
“Las dos instancias legislativas muestran un importante crecimiento en las plazas de mando con mayores sueldos. Entre 2010 y 2018, en la Cámara de Diputados esas plazas crecieron de 548 a 648, en tanto que en el Senado crecieron de 324 a 487 plazas”, precisó el diputado electo.
Por Yvonne Reyes y Víctor Mayén