El pasado 16 de mayo, la candidata independiente a la presidencia de la república, Margarita Zavala, renunció a su candidatura y por tanto a continuar en el proceso. Esto llevó a un dilema en el Instituto Nacional Electoral: ¿aparecería la candidata en la boleta electoral?
La resolución que dio la autoridad electoral fue que Zavala se quedaría en la boleta electoral, es decir, no habría reimpresión de boletas por imposibilidad técnica y falta de material para reimprimir.
Días después, los candidatos se han pronunciado sobre el tema. Mientras que Andrés Manuel López Obrador, de la coalición Juntos haremos historia, dijo que era “absurdo e irracional” y que se ponía en riesgo la elección porque ya no daría tiempo para distribuir todas las boletas, Ricardo Anaya, de Por México al Frente, refirió que es mejor la reimpresión para que los ciudadanos tengan claridad de quiénes son los candidatos que realmente están compitiendo.
Pero, en realidad, ¿qué implica la reimpresión de los 93.9 millones de boletas electorales para presidente de la república? Aquí te lo decimos.
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Tiempo. Primero, la impresión de las boletas electorales comenzó con un retraso, pues debía darse desde abril, pero dado que en ese mes aún estaba en duda el registro de Jaime Rodríguez “El Bronco”, se pospuso hasta la primera semana de mayo, cuando se dio el banderazo oficial.
Segundo, justo para la fecha de renuncia de Zavala, ya se había impreso cerca del 50% de las boletas, según refirió el consejero electoral Marco Baños. Es decir, en casi 10 días se había logrado la impresión de la mitad de todas las boletas que se usarán.
No obstante, el mayor problema viene en el tipo de papel. Las boletas se imprimen en un material especial de un grosor distinto al bond normal, y con un sello de agua y fibras visibles e invisibles, algo así como los elementos de seguridad de los billetes. Este papel inició su producción en febrero de este año, es decir dos meses antes de que comenzara la impresión. Por tanto, hacer producción de nuevo papel llevaría a una demora dado que se hace en varios días.
Las boletas electorales deben estar listas el 1 de junio para iniciar la distribución a las juntas locales y de ahí pasar a las 300 juntas distritales, plazo que por ley está dado para el 15 de junio.
Baños aseguró este jueves 24 que pedir la reimpresión de boletas, ante la falta de tiempo, tendría que hacerse en papel bond.
Finalmente, la impresión del material electoral se realiza en una sola empresa, Papelera Chihuahua, S.A. de C.V. (Pachisa), por lo que debe atender también los procesos locales, así que reimprimir las boletas para la presidencia pondría en riesgo las elecciones en los estados, refirió también este jueves el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova.
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Dinero. Cada boleta tiene un costo de producción de 74 centavos, lo cual da casi 70 millones de pesos para todas las que se usarán en la elección. Hasta ahora, de acuerdo con Córdova, se han gastado 46.8 millones de pesos en las boletas que ya se han impreso.
En diciembre de 2017 se aprobó el presupuesto para la organización del proceso electoral federal, el cual es de 7,144,961,645 millones de pesos, de acuerdo con el propio INE.
