Cuautitlán Izcalli

@lorengonzalezca

Egresada de la carrera de aboga­da con especialidad en adminis­tración pública, María de Lour­des Armendáriz Barranco, laboró durante 11 años en la administra­ción pública de distintos gobier­nos del ayuntamiento de Cuautitlán Izcalli.

Hace unos meses inició su pesa­dilla, cuando le informaron que no cubría el perfil y no era requerida en el área de Desarrollo Social del go­bierno municipal de Cuautitlán Izca­lli, donde se encontraba adscripta.

En enero pasado, al inicio de la presente administración municipal encabeza por Víctor Manuel Estrada fue puesta a disposición de perso­nal, separándola de sus labores.

Vulnerable

María de Lourdes Armendáriz no sólo es madre y mantiene una fami­lia, también tiene una incapacidad con antecedente de luxación de ca­dera congénita y parálisis cerebral (estática).

La transfirieron a la planta ba­ja sin un espacio dónde trabajar, sin lista dónde registrar su asis­tencia, y luego de tres supuestas faltas le levantaron un acta admi­nistrativa por inasistencias para despedirla.

Héctor Bravo, representante le­gal de María de Lourdes, dio a co­nocer que este jueves su clienta fue llamada por el gobierno municipal a fin de entregarle un cheque por la cantidad de 277 mil pesos como pa­go de un despido injustificado.

No obstante, dice, la cuestión la­boral por despido injustificado fue resuelta, pero continuará el asunto legal a fin que la autoridad y la Comi­sión de Derechos Humanos emitan su dictamen por la queja interpues­ta por golpes en su persona por par­te de la funcionaria administrativa Elvira Solórzano.

Denuncia

Acudió a realizar demandas en la Procuraduría de la Defensa del Tra­bajo del Estado de México, a la Co­misión Estatal de Derechos Huma­nos y al Instituto Mexiquense para la protección e Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad.

“Quiero que se haga jus­ticia, porque si el presidente municipal Víctor Estada apo­ya a personas con capacida­des diferentes pero, para ello tienes que ser deportista. Per­sonas preparadas como es mi caso, no”, afirmó.

“Soy de las pocas personas que se ha especializado en de­recho administrativo soy de las pocas personas que se encuen­tran certificadas por el Institu­to Hacendario del Estado de México, y eso no les interesa, no tienen la sensibilidad. Para ser servidor público se requie­re preparación y vocación y eso no lo saben. Existe mucha dife­rencia entre ser un deportista y un buen servidor público”, con­cluye María de Lourdes Armen­dáriz Barranco.