Información de Noemí Gutiérrez
En su felicitación a México por el bicentenario de la consumación de la Independencia, el papa Francisco pidió no quedarse en el pasado, sanar las heridas y cultivar un diálogo abierto y respetuoso.
El mensaje de felicitación lo leyó en la mañanera Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
“Celebrar la Independencia es afirmar la libertad y la libertad es un don y una conquista permanente, por eso me uno a la alegría de la celebración y al mismo tiempo deseo que este aniversario tan especial sea una ocasión propicia para fortalecer las raíces y reafirmar los valores que nos constituyen como nación”.
Dijo que la Iglesia Católica reconoce los errores cometidos en el pasado “que han sido muy dolorosos”.
“Mis antecesores como yo mismo hemos pedido perdón por los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización”.
“En esa misma perspectiva, tampoco se pueden ignorar las acciones que en tiempos más recientes se cometieron contra el sentimiento religioso cristiano de gran parte del pueblo mexicano provocando con ello un profundo sufrimiento”, enfatizó.
Sin embargo, el papa Francisco llamó a no evocar los dolores del pasado “para quedarnos ahí, sino para aprender de ellos y seguir dando pasos para sanar las heridas, a cultivar un diálogo abierto y respetuoso entre las diferencia y a construir la tan anhelada fraternidad priorizando el bien común por encima de intereses particulares, las tensiones y los conflictos.”
En la carta de felicitación fechada el 16 de septiembre de este año, el papa Francisco dijo que en esta conmemoración se fortalecen las raíces y se reafirman valores.
El pontífice recordó que en una década se celebrarán los 500 años de la aparición de la virgen de Guadalupe, cuya imagen fue tomada por el cura Miguel Hidalgo, y simbolizó la lucha y esperanza.