Por Monserrat Méndez y Andrés Solis
De acuerdo con la doctora Xyoli Pérez Campos, jefa del Servicio Sismológico Nacional (SSN), los microsismos son naturales y se deben a la presencia de fallas en distintos lugares de la República.
“Esto ha sido por toda la historia de nuestro país, y recientemente debido a que tenemos más estaciones en el interior podemos ver esta sismicidad pequeña”.
Explicó que si bien el sismo del 7 de septiembre de 2017 llegó a activar algunas de las fallas pequeñas, esto fue pasajero.
Últimamente nos hemos enterado de más temblores por que hay más estaciones sismológicas para detectar los sismos. Lo anterior se suma al uso de redes sociales para difundir información.
El SSN opera 98 estaciones sismológicas –63 están distribuidas en toda la República, 32 en el Valle de México, 3 en el volcán Tacaná– y reciben datos de otras instituciones, es decir que analizan datos de 162 estaciones.
Álvaro Velasco, director de comunicación y cofundador de Sky Alert, explicó que la intensidad que tuvo el terremoto del 7 de septiembre de 2017 ocasionó la activación de fallas tectónicas locales que han ocasionado estos movimientos telúricos, incluyendo el terremoto del 19 de septiembre.
Además, el peso de la Ciudad de México va en aumento por la construcción de nuevos complejos, edificios habitacionales, comercios y oficinas.
Sin mencionar la extracción de agua del subsuelo que genera la pérdida de amortiguamiento natural del suelo y causa nuevas fricciones en el subsuelo.
Sismos con epicentro en la CDMX
Estos temblores son comunes en la ciudad. Desde 1974 se tiene registro de ellos, hasta ahora han sido 230 y en el último año se reportaron 31 sismos con epicentro en:
- Coyoacán.
- Benito Juárez.
- Álvaro Obregón.
- Magdalena Contreras.
- Miguel Hidalgo.
- Venustiano Carranza.
- Cuajimalpa.
- Tlalpan.
Pérez Campos indicó que mientras estos movimientos sean menores de 4 grados Richter, sólo se percibir en la zona del epicentro.
Con respecto al alertamiento, Velasco de Sky Alert dijo que no hay nada que hacer. Colocar sensores conectados a la alerta sísmica no serviría porque las personas sienten el movimiento antes de que pudiese sonar la alarma.
Para reducir el impacto de estos sismos locales es necesario revisar los planes de desarrollo urbano que aumentan la densidad poblacional con las nuevas construcciones que suponen además mayor cantidad de peso para la ciudad.
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