México, 6 Feb (Notimex).- El subsecretario del Trabajo, Alfredo Domínguez Marrufo, exhortó a los empleadores a que faciliten en sus centros laborales todos los procesos de votación para que los trabajadores participen activamente en la vida sindical y negociación colectiva.
El funcionario de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) participó en la conferencia y sesión de discusión Perspectivas Económicas, Laborales y de Seguridad Social 2020, ante integrantes de la Cámara Nacional de las Industrias de la Celulosa y del Papel.
Domínguez Marrufo aseguró que la democratización del mundo del trabajo no es sólo responsabilidad de la autoridad, debe ser obra de los trabajadores y a los empleadores les corresponde facilitar que los procesos democráticos se lleven a cabo en sus centros de trabajo.
Lo anterior para que las comisiones de trabajadores que hagan las negociaciones de los contratos colectivos sean legítimas y realmente representen los intereses de los trabajadores.
Explicó que con la implementación de la reforma laboral, promulgada el 1 de mayo, México hará una transición de un modelo laboral corporativo, de control, con un esquema de contención salarial y de precariedad en las condiciones de vida y de trabajo, a un modelo democrático.
Resaltó que el nuevo modelo laboral tiene tres elementos esenciales. El primero obliga a que todos los procedimientos de elección de directivas de sindicatos sean a través del voto personal, libre, directo y secreto, con lo que se acaban las elecciones a mano alzada.
“Este elemento del voto personal, libre, directo y secreto es una vieja aspiración; no es un regalo del gobierno mexicano, ni de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá.
“Es una demanda que viene de muchas luchas, de muchos sacrificios, de muchos trabajadores y de mucha gente que ha estado siempre defendiendo el derecho a la libertad sindical y a una auténtica democracia al interior de los sindicatos”, puntualizó.
El segundo elemento, dijo, es acabar con la simulación que representan los contratos de protección, que se firman sin que los trabajadores sean consultados, y muchas veces ni siquiera conocen al sindicato ni a los líderes que están firmando en su nombre.
Señaló que el tercer elemento termina con el “cuello de botella” y los procesos tortuosos para trabajadores y empresarios en la impartición de justicia.
Recordó que las Juntas de Conciliación y Arbitraje desaparecerán para abrir las puertas de los Tribunales Laborales, quienes tendrán independencia, juicios orales y procedimientos máximos de seis meses.
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