El fin de semana pasado celebraron el cumple de la abuela en familia; tus tías no escatimaron en preparar sus mejores platillos, claro, nunca competirán con el mole preparado con la abuela, receta secreta de la familia.
Nada más de acordarte, se te vuelve a antojar, los sopes con salsa de verde de entrada, mientras la sopa azteca llega con sus crujientes tortillas y el queso se va derritiendo, o el pozole guerrerense, mientras que los tacos de cochinita pibil son el preámbulo para el plato principal. Y eso que no mencionamos las bebidas.
El ardor del estómago no se deja esperar, el reflujo no te deja descansar en una posición cómoda y el remedio se encuentra al alcance de la mano: El omeprazol.
Un medicamento de venta libre y de bajo costo en México y del que se abusa por las características de la comida mexicana en la que abunda las especias y el picante.
La sustancia activa se ha vuelto una de las más usados por los mexicanos por su efectividad para aminorar los síntomas de reflujo, úlceras y acidez estomacal asociados a la gastritis.
El omeprazol pertenece a los denominados inhibidores de la bomba de protones (IBP), esta clase de medicamentos son de alta potencia por lo que su uso prolongado puedes hacer que las personas presenten deficiencias graves de vitamina B12, así como de otros nutrientes.
Si la B12 no se encuentra en los niveles óptimos el organismo comienza a sentir cansancio o incluso podría tener daños neurológicos de mantener una baja en ella.
Además, si tienes más de 65 años podría debilitar tus huesos, y hasta aumenta el riesgo de padecer demencia en la vejez, a estos contraindicaciones, se añade que su uso prologando se asocia a con un riesgo de cáncer gástrico en pacientes que han sido tratados exitosamente contra Helicobacter Pylori.
Aunque se le considera un gastroprotector, no lo es, salvo en el caso que el paciente consuma más de un medicamento.
Así que si eres del 80% de la población que se automedica, según datos de la Secretaría de Salud, y además llevas mucho tiempo usando el omeprazol, piénsalo dos veces antes de volver a tomarlo.