Los mexicanos que fallecen fuera del país –como es el caso de los siete connacionales que murieron asfixiados y abandonados en un camión en San Antonio, Texas, Estados Unidos— tienen la oportunidad de ser enterrados en su lugar de origen, pero tiene un costo.
Los familiares de los fallecidos, tras completar los trámites correspondientes, podrán solicitar a las autoridades mexicanas la repatriación del cuerpo de su ser querido.
Si no cuentan con los recursos económicos, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) brinda un apoyo económico, con un monto máximo de mil 800 dólares por cuerpo que será repatriado.
Hasta el momento de las 39 personas que abandonadas en el tráiler, 34 son de nacionalidad mexicana. De los 11 muertos, 7 son mexicanos, y 27 lesionados.
De acuerdo a la SRE ya se inició el trámite para otorgar las visas humanitarias de los familiares de los connacionales que fallecieron el 23 de julio en San Antonio a fin de que puedan acudir a reclamar los cuerpos.
El Consulado General de San Antonio indicó que aún no hay una fecha precisa para la repatriación de los cuerpos ya que aún falta identificar dos cadáveres.
Dicho proceso se llevará a cabo como parte del Programa de Protección Consular de la SRE, en el apartado de “Traslado de Restos”.
En caso de que los familiares de los compatriotas muertos no cuenten con los recursos económicos para realizar los trámites el gobierno de México los apoya con una parte o el total de los costos.
Para el caso de fallecimientos en Estados Unidos, actualmente la cancillería mexicana estableció un monto máximo de mil 800 dólares para repatriar el cadáver.
Si se requiera un monto mayor, se presenta la petición para analizarla y se solicita la autorización.
De acuerdo a la Guía de procedimientos de protección consular 2013” el apoyo era de 3 mil 500 dólares a 4 mil dólares.
El monto para 2017 se redujo en 2 mil doscientos dólares.
De 2010 a 2016 se repatriaron 33 mil 328 mexicanos que fallecieron fueron de México.
Entre los requisitos para el traslado de los restos, se requiere primero de la identificación y que la inhumación se realice en el país.
Para ello los familiares deberán presentar la documentación requerida y cumplir con las disposiciones sanitarias establecidas en el lugar del fallecimiento.
Se requiere presentar el acta de defunción, traducida y apostillada por la autoridad local; certificado de embalsamamiento (emitido por la autoridad sanitaria); permiso de tránsito del cadáver (emitido por la autoridad local) y la factura de los servicios contratados.
De acuerdo a información del Consulado General de México en San Antonio, la mayoría de las repatriaciones de cuerpo se realizan por tierra ya que están a solo dos horas de la frontera.
En la aduana, una vez concluido el trámite, el ataúd con el cuerpo del connacional pasa de una carroza de una agencia funeraria estadounidense a una mexicana.
Si el traslado es vía área, a petición de los familiares, las autoridades mexicanas también se hacen cargo de los gastos.
Hasta el momento no hay fecha para la repatriación de los siete connacionales que fallecieron en San Antonio, Texas.