Aunque fue cobijado por la coalición Por México al Frente y formaría parte de la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado de la República, Emilio Álvarez Icaza asumirá el cargo como independiente.
La actividad en su oficina de la Organización Civil Ahora, es casi imperceptible, pero Álvarez Icaza no para un segundo, pide tiempo para contestar mensajes o hablar por teléfono; se disculpa porque dice no ha parado de sonar insistentemente.
Advierte sobre el riesgo de debilitar al contrapeso del Ejecutivo y otorgarle mayores poderes al presidente.
“Eso quiere decir que están haciendo todo el andamiaje para construir un súper Poder Ejecutivo, un presidente todopoderoso que decida todo sin contrapeso y que genera una situación muy preocupante de regresar a un México que ya superamos del partido hegemónico, eso no está bien”, asevera.
Hay experiencias internacionales que nos dicen los peligros de incurrir en esa tentación, paso en Perú con Fujimori, en el Ecuador de Rafael Correa o en la Venezuela de Hugo Chávez, donde la crisis de partidos debilitó al Legislativo y se supeditó al Ejecutivo.
Pelea desigual
El ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos reconoce que la pelea en el Legislativo será desigual; se le cuestiona sobre la baja productividad de los legisladores independientes, pero revira que Martha Tagle es una muestra de que sí pueden transitar agendas que no sean de grupo. Aun cuando decidiera ir a un grupo parlamentario, el que sea, será minoría.
Por ello, apuesta a que los legisladores de Morena se vean a sí mismos como estadistas y no sólo como una aplanadora.
“Si la mayoría, si Morena, se asume en una posición en donde sólo pasan sus iniciativas, lo que estaremos viendo es la reconstitución del nuevo PRI; es decir, cuando yo hablo de resistencia democrática, es porque lo que toca es no sólo sacar al PRI de Los Pinos, sino sacar esa cultura política de nuestra realidad y cotidianeidad”; lo interrumpe una llamada.
En Morena, retoma el hilo de la conversación, los hemos oído hablar de reducciones en el gasto, pero no de mecanismos de transparencia. Creo que ese es el origen de ese gasto desmedido de decenas o cientos de millones que los grupos parlamentarios gastan de manera discrecional y sin rendir cuentas a nadie, sostiene.
“Morena ha dicho que está a favor de un cambio, lo primero que tendrían que hacer es reglas de transparencia sobre cómo se van a utilizar los dineros de los grupos parlamentarios, yo he oído hablar de recortes, pero no he oído ninguna propuesta de transparencia del dinero que va a llegar a los grupos parlamentarios.
“Por supuesto que acompaño la reducción de gastos en el Senado”, responde, pero que no sea para meter un caballo de Troya que busque debilitar las acciones de contrapeso del Poder Legislativo, que no sea un pretexto para que ya no se fiscalice al gobierno.
Exceso de confianza
La opacidad no es el único lado flaco de Morena en el gabinete, señala Álvarez Icaza, se ha privilegiado la confianza del presidente electo sobre la capacidad de los funcionarios que se están eligiendo para ocupar las carteras.
“En el gabinete hay contrastes, hay gente con credenciales para ocupar un cargo, pero hay gente que no tiene ese perfil, como Pemex: Octavio Romero fue oficial mayor de la Ciudad de México y goza de la absoluta confianza, pero es un ingeniero agrónomo.
“No estoy seguro que esa carta credencial, sin demérito de su persona, pero no creo que sirva para estar al frente de Pemex. Manuel Bartlett es un político que tiene una larga trayectoria, pero no es el perfil para ocupar la CFE”, señala.
Superdelegados
Para Álvarez Icaza, la figura más polémica es la de los delegados estatales, porque se violenta el pacto federal, pues estos funcionarios estarían rivalizando con el gobernador.
“Puede ser la ruptura del pacto federal, el que sea una especie de virrey quien otorgue el presupuesto federal, hay estados con presupuesto federal, como la Ciudad de México, cuyos recursos son del orden del 70-80 por ciento del presupuesto estatal”.
La pretensión resultará en un conflicto, porque de facto se está nombrando ¿a quién?, ¿al próximo candidato a gobernador?, se pregunta.
Está dispuesto a acompañar agendas de la mayoría,y tiene cuatro objetivos claros: abrogar la Ley de Seguridad Interior, lograr una fiscalía independiente y autónoma, crear una política de derechos humanos en todo el país y acabar con los privilegios y ventajas de los legisladores –como los senadores–; hay que actuar “como contrapeso, un poder importante, pero con sobriedad, como decía Pepe Mujica”.
Sacamos al PRI; ahora a evitar dar el poder a un solo hombre
Mayoría de Morena puede debilitar peso del Legislativo: Álvarez Icaza
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