Ayer en Huejutla, Hidalgo, donde Enrique Peña Nieto comenzó formalmente su camino hacia la Presidencia de la República, la familia SEDESOL mantuvo un diálogo fraterno con la gente que motiva el quehacer de la política social. Una vez más, el trabajo coordinado entre las dependencias y los distintos niveles de gobierno, de cara a la ciudadanía, se consolidó como el generador de beneficios palpables para millones de mexicanos.
En esta administración, el combatir la pobreza no se trata simplemente de entregar dinero; fundamentalmente, incrementar el bienestar de las personas implica facilitar el acceso a mejores herramientas, como una educación de calidad y oportunidades productivas. En ese sentido, Braulio, de Xochiatipan, podrá estudiar Ingeniería Civil gracias a la coordinación entre Prospera y la SEP, y María podrá aumentar su ingreso con la granja porcina que por fin podrá establecer.
Además de presentar estas historias de éxito, se reconoció la labor ciudadana que hace funcionar a los programas de manera eficaz y transparente. Personas como Elidia, voluntaria en un Comedor Comunitario y Verónica, mujer indígena que funge como vocal de contraloría social y capacita a sus vecinos en temas como la Cartilla Social, son el motor que permite reducir poco a poco las carencias, para así tener un país que se perfila hacia la prosperidad compartida.
El presidente Peña Nieto fue muy claro: para su gobierno, no hay nada más importante que combatir la pobreza, en todas sus dimensiones y en todos sus frentes. Por ello, los recursos destinados para ello se mantendrán justo para lo que pudimos vivir ayer, la transformación de 42 millones de vidas que, con acciones puntuales y bien ejecutadas, estarán listas para los desafíos que enfrentaremos juntos.

Nuestro Dato: Diconsa cuenta con la red de abasto social más grande de Latinoamérica, con más de cuatro mil vehículos listos todos los días.