Por: Vladimir Galeana
Hoy asume la gubernatura del Estado de México. No es un reto menor puesto que es la entidad con el mayor padrón de votantes en el país, pero también es una de las que concentra el mayor número de retos porque de acuerdo con la medición que realiza México ¿Cómo Vamos?, del segundo trimestre de 2016 al segundo de 2017, 38 por ciento de la población se encontraba en pobreza laboral, es decir, que el ingreso que ganan los integrantes de un hogar no es suficiente para alimentar a todos sus miembros.
La llegada de Alfredo del Mazo se da en el marco de un proceso al que se ha calificado como poco transparente, y con muchos excesos de las principales fuerzas políticascontendientes cometidos durante la campaña. Pero también se ha dicho que el señor Del Mazo contó con un amplio despliegue de apoyos oficiales que apuntalaron su candidatura rumbo al Palacio de Toluca, aunque también enfrentó un escenario en el que su partido ha sorteado los errores de otros gobernadores en el tema de la corrupción.
De inicio la circunstancia se antoja adversa para el joven Del Mazo, pero también hay que señalar que tiene ante sí una oportunidad que no solamente lo beneficiaría a él y su gobierno, también al Gobierno Federal encabezado por Enrique Peña Nieto, cuyo partido pretende mantenerse en el poder. Para decirlo más claro, tendrá diez meses para mostrar y demostrar que fue más apto e idóneo que todos los que se quedaron en el camino, y eso ayudará a incrementar la percepción de que lostricolores están fortalecidos.
El señor Del Mazo no es un inexperto, pues tiene amplia experiencia en la gestión pública y conoce profundamente el manejo de los recursos económicos. Por lo pronto, recibirá un estado alejado de escándalos de corrupción en comparación con otros mandatarios de todos los partidos, y algunos que ni siquiera lograron terminar su gestión. Alfredo del Mazo puede representar la posibilidad de iniciar se cambio que tanto hemos anhelado los mexicanos en materia de transparencia, gobernabilidad y gobernanza.
Uno de los mayores retos es que tendrá que trabajar mucho en la modernización de la infraestructura en todas las regiones del Estado de México, pero también continuar con el fortalecimiento de la política social.
Hay otros rubros en los que tendrá que aplicarse como atender el grave problema en que se han convertido los feminicidios, así como el establecimiento de una política de movilidad que verdaderamente beneficie a sus gobernados.
Si logra establecer de inmediato un gobierno abierto, y entiende que su compromiso no es con su partido sino con todos los mexiquenses, tendrá muchas posibilidades de convertirse en un gobernador Modelo. Pero también tiene que estar consciente de que si falla, puede herir de muerte al PRI antes de 2018. También deberá tomar en cuenta que tendrá el “fantasma morenista” al acecho todo el tiempo buscando provocar el fracaso. Así de simple. Al tiempo.
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