Por: Carlos Ramírez
López Obrador se le puede acomodar su propia frase: “hay plumajes que cruzan el pantano y no se manchan”; el pantano de López Obrador es de esos.
En un acto de franco cinismo, el senador lopezobradorista Mario Delgado, y vocero de la candidata Delfina Gómez en el Estado de México, anda muy campante acusando al PRI, al PAN y al PRD de ser responsables de los problemas del país. Sin embargo, sólo el fuero constitucional lo ha salvado de ser indiciado por corrupción por el fraude en la Línea 12 del Metro.
El asunto es muy serio: el senador Delgado fue el cerebro financiero del fraude en la construcción de la Línea Dorada del transporte subterráneo que el Gobierno de Miguel Ángel Mancera tuvo que cerrar para evitar accidentes fatales.
El problema no fue sólo de malos diseños, sino también de maniobras de corrupción.
Delgado fue secretario de Finanzas del gobierno de Marcelo Ebrard en el DF (2006-2012) y encargado del megafraude que presupuestó 17 mil millones de pesos y terminó costando a los capitalinos 47 mil millones de pesos.
El caso fue tan grave que Marcelo Ebrard tuvo que fugarse de México y esconderse en Francia porque el fraude estuvo a punto de conducirlo a averiguaciones previas penales. Ebrard tiene más de un año en el extranjero escapando de la rendición de cuentas de sus irregularidades en el GDF, aunque sigue operando para López Obrador como “secretario de Gobernación” desde 2012 y hoy representante de Morena ante el Partido Demócrata.
Como parte de su cuota de poder, Ebrard impulsó a Mario Delgado como senador del PRD, aunque en la disputa por posiciones de poder Delgado abandonó al partido que lo llevó al Senado y se sumó a la bancada de morenistas. Más que trabajo legislativo, Delgado ha usado el cargo senatorial como fuero de impunidad ante las irregularidades y fraudes en el GDF.
A pesar de su responsabilidad en el fraude de la Línea 12 –entre otros–, López Obrador designó a Delgado como operador a favor de la candidata morenista Delfina Gómez en Edomex. Además de los rieles incompartibles con los trenes –un fraude tan torpe como impune–, Delgado fue partícipe del contrato leonino de arrendamiento de trenes por 15 años, con un costo para el erario de 25 mil millones de pesos.
Los mensajes son muy obvios: López Obrador ha rodeado a su Juanita Delfina Gómez del grupo de poder de Ebrard, sin importarle los expedientes de corrupción que dejó abiertos; sin embargo, se trata de la misma corrupción que ha operado a favor de López Obrador desde las bolsas de millones de pesos de René Bejarano en 2006 hasta los videos de la diputada morenista Eva Cadena y sus revelaciones de que la coordinadora de los diputados de Morena, Rocío Nahle, es la encargada de conseguirle a López Obrador fondos en efectivo y fuera de la vista del INE.
Al senador Mario Delgado y a Marcelo Ebrard les esperan expedientes de corrupción que en algún momento se harán efectivos; Delgado y Ebrard hacen política para López Obrador sin preocuparse por los señalamientos de corrupción que obligaron a cerrar varios meses la Línea Dorada afectando a los usuarios.
Queda la certeza de que López Obrador está involucrado en casos de corrupción al rodearse de corruptos.. Política para dummies: La política es la memoria de la sociedad para recordar que los políticos tienen mucha cola que les pisen