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AMLO: las cuentas de la lechera y los 20 millones del PRI en 88

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Por: Carlos Ramírez En la elección presidencial de 1988, el PRI prometió que sacaría 20 millones de votos; pero el desencanto por el candidato Carlos Salinas de Gortari llevó la votación efectiva a apenas 19 millones; es decir, el PRI quería 105 por ciento de los votos y apenas sumó 9.6 millones, 50.3 puntos porcentuales. La estadística electoral es […]


Por: Carlos Ramírez
En la elección presidencial de 1988, el PRI prometió que sacaría 20 millones de votos; pero el desencanto por el candidato Carlos Salinas de Gortari llevó la votación efectiva a apenas 19 millones; es decir, el PRI quería 105 por ciento de los votos y apenas sumó 9.6 millones, 50.3 puntos porcentuales.
La estadística electoral es muy engañosa porque depende del porcentaje de asistentes efectivos a las urnas. La votación más alta fue en 1994 con 77.8 por ciento de asistentes y la más baja en 1988 con 52 por ciento; hubo más votantes en el año del colapso que con la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas.
Andrés Manuel López Obrador declaró, en una entrevista con René Delgado, de Reforma, que su meta es 20 millones de votos –“o más–. Y aunque hoy hay un padrón de 87.3 millones, contra 45.7 millones de 1988, de todos modos hay cuando menos cinco participantes fuertes para repartirse los votos.
Las encuestas del líder de Morena no cuadran:
• En la elección de 2018 se estima una votación de 60 por ciento del padrón de 87.3 millones, es decir, 52.4 millones de personas efectivas.
•Los 20 millones de votos morenistas significan 38.2 por ciento de los posibles votantes efectivos. Las encuestas –base: Mitofsky– hoy en día le dan a López Obrador 17.7 puntos porcentuales de los votos; es decir, 9.2 millones de sufragios.
Necesitaría sumar 11 millones de votos para llegar al 20 por ciento.
• El problema de López Obrador es el PRD: para la presidencial tiene la tendencia de 7% de los votos –3.6 millones de sufragios–, con posibilidades de subir en cuanto tenga candidato aceptable o bajar si se pierde en las pugnas internas.
• Los indecisos suman 32 por ciento de los votantes potenciales, algo así como 16.7 millones de ciudadanos; si los demás votos están ya consignados, entonces la disputa por los 20 millones de López Obrador estará en los indecisos; y los 11 millones de votos que le faltan implicarían garantizar 65 por ciento de los indecisos, algo hasta ahora no registrado en escenarios anteriores.
• En 2006 López Obrador registró una votación de 14.7 millones y en 2012 subió a apenas 15.9 millones. Pero hay que señalar que en ambos casos fue candidato del PRD. Pero como el PRD se dividió por la separación de López Obrador para fundar Morena, entonces la base electoral del tabasqueño es menor a la cuantificada en las dos anteriores elecciones presidenciales.
• En las legislativas de 2015, la expectativa de votos del PRD fue de 20 puntos porcentuales, pero ya con Morena separado el voto se dividió: 10.9 por ciento para PRD y 8.4 para Morena. La división del voto entre PRD y Morena repartirá la base perredista.
En la realidad, López Obrador está vendiendo expectativas con declaraciones que no se ajustan a la estadística electoral. En todo caso, la esperanza del tabasqueño radica en ganar votantes del PAN, PRI y PRD.
Pero al mismo tiempo, hay indicios de que Morena perderá votos por la militancia de Manuel Bartlett, la corrupción panista del neomorenista Lino Korrodi, los datos de cobros de Delfina Gómez en Texcoco y Eva Cadena y otros recolectores ilegales de fondos, además de los empresarios salinistas que apoyan a López Obrador por mantener el neoliberalismo y su compromiso de equilibrio inflacionario vía control salarial, además de su rechazo a derechos a minorías sexuales.
Política para dummies: La política es el reino de la ilusión, pero el páramo de la realidad desnuda y muchas veces cruel.