La economía en momentos de desastres naturales es importante. El inicio de la temporada de huracanes es el momento propicio para revisar si los gobiernos han inculcado la cultura financiera del uso de los seguros para contrarrestar los daños.

Según los especialistas, las entidades económicas e instituciones sociales desarrollan la preparación de la economía para la defensa en correspondencia con la legislación vigente y los lineamientos de los órganos y organismos estatales según corresponda. En la provincia, todas las entidades de la economía continúan realizando sus actividades mientras las condiciones lo permitan hasta una etapa u otra de la guerra.

Se debe considerar un dato relevante, el país es una de las naciones con mayor vulnerabilidad ante los embates del cambio climático, pese a que sólo genera 1.4 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo.

La participación social en las labores de prevención parece adecuada considerando factores tales como: el hecho de que la prevención no se puede basar en un gran despliegue de inversiones y recursos tecnológicos como en los países desarrollados. Un mayor gasto en algunas partidas está garantizado: muchos países no están sacando partido de las innovaciones técnicas en la predicción del tiempo.

Uno de los puntos cruciales es que el deterioro ambiental es evitable en la medida en que haya alternativas de desarrollo que se aparten de los dos mecanismos distributivos descritos; la presión por los recursos naturales del sur, que se origina en la estructura de demanda de las economías centrales, y la privatización de beneficios ambientales que se acompaña de la socialización de costos inmediatos y futuros.