La cultura de la contratación de los seguros es una asignación pendiente en la llamada cultura financiera. Y es que no sólo es un tema de la población en general, ya que se estima que en el país sólo 15 por ciento de la población económicamente activa ha adquirido un seguro de vida.
Las empresas son un sector importante en este rubro, en el caso de las Pymes, a pesar de que son un segmento importante en la generación de empleos, sólo 5 por ciento de ellas cuentan con la protección de un seguro.
Según los especialistas, la baja penetración del seguro es una medida que debe ser promovida a la brevedad, pues la falta de información sobre los beneficios del seguro y el desconocimiento del costo-beneficio que éste brinda. Pero a la débil penetración financiera debe entrar el análisis la parte que corresponde a la economía informal.
Para el sector asegurador, la informalidad implica desprotección absoluta para los agentes económicos en dicha situación, sino que lleva consigo algunos esquemas de cobertura diferentes que resultan más o menos eficientes para suplir el aseguramiento formal. Además, la obligatoriedad de contratar seguros es inexistente, los contratos de seguros se encuentran regidos por una serie de leyes y códigos que se presentan en el marco legal del seguro en México.
Es por ello que la fomentar una cultura del aseguramiento debe comenzar a darse a través de las propias empresas y a través de las secretarías encargadas de apoyar a las compañías. De esta manera se comenzará a crear esa necesidad y se debe consultar a un especialista en seguros para que asesore sobre las pólizas adecuadas de forma obligatoria y las que son aconsejables para la actividad a desarrollar.
CARLOS ALBERTO MARTÍNEZ