Es que no es así pollo. Se debe detener el programa y ya, así lo marca la ley. En este tenor más o menos versó la plática con una de esas personas que el tiempo convierte en tu “brother”. Y como ya lo podrás imaginar, lectora, lector queridos, hablamos del Salario Rosa, Necio el amigo y necio este alado, nos aventamos un round de dos horas; ¡que sí, que no, que como carajos no! El marcador, así lo considero, hasta ese momento se encontraba empatado. Entradas fuertes de uno y otro lado con llegadas a la portería de sumo peligro, y ambas defensas aguantaban. Así estaba la discusión. Vaya un encuentro de ida y vuelta, así dicen los narradores, yo no tengo la culpa. Hasta que cometió un grave error; tiempo para ir al baño, anunció el contrincante. No pues fue su perdición, en ese lapso encontré el dato que me faltaba… Ya regresé, dijo con cara relajada, en ¿qué estábamos? En que dices y aseguras que el Salario Rosa se debe detener porque según tu punto de vista pasa por encima de la Ley electoral.
Ya recuerdo, es cierto y me sostengo. Pues te tengo una mala noticia ¡papalord!, estás listo para escuchar mi versión. ¡Venga!, me retó…Resulta que el programa no violenta la Ley porque ya no se está repartiendo ninguna tarjeta, es decir a quien le tocó pues ya la tiene y no están dando nuevas, ni darán en estos tiempos electorales.
Como ves tu reclamo ya no tiene fundamento. Lo que se está haciendo es seguir con el plan anunciado o la segunda etapa, como quieras. Te explico más, el grupo de mujeres que recibieron la Tarjeta Rosa ya van por la siguiente fase que implica ese apoyo para avanzar, mantener las etapas para su beneficio.
¿Qué tal? No bueno, pero es que….Nada, qué quieres que se les diga. “No pues ahora se aguantan porque alguien puede malinterpretar esto y hay mejor después”.
No manipules “Bro”, que por tu calentura las beneficiarias dejen de serlo o que se esperen hasta que tu santa voluntad quiera, pues está así como que cañón. ¿Por cierto tu señora ya pasó? ¿Quién te dijo? No bueno…Cierro pico. Shalom.