Histórico, así es el tema de hoy, la muerte de la Reyna Isabel II pone a todos los medios más importantes y a los jefes de estado del mundo en una dinámica mediática de solidaridad, lamentación institucional y política, es evidente que en un análisis posterior y calmado, el mundo cambiará de alguna manera, la vida de la monarquía hasta el día de hoy se sustentaba en el personaje que durante más de 7 décadas representó Isabel II y me refiero no a la diplomática o jefa de estado, sino a la emblemática Reyna en que logró convertirse.
El acenso al trono fue circunstancial y desde ahí se exigió ella misma una actitud menos prominente, dejó de ser el puente entre lo divino y lo humano, para vincular al pueblo con la monarquía.
Hablar de un reinado en pleno siglo XXI, pareciera ser inútil o vano, ante los vertiginosos ajustes en la sociedad mundial, la defensa de las libertades, el fortalecimiento de la democracia, las nuevas TIC´s, la globalización, etc. Sin embargo, hay que reconocer e identificar algunas situaciones que la convirtieron en lo que la historia registra de ella.
Isabel II, no fue protegida por una corona, por el contrario, se convirtió en el emblema de esa corona, rebasó al gobierno y logró transitar por un mundo político de hombres, conectar con el pueblo le permitió conservar su autoridad, su actuación y postura ante todos los momentos de la historia que le tocó vivir la inscriben en ella, su longeva vida le involucró en la toma de decisiones que pudieron ser fatales y producto de ello, construyó acuerdos, equilibró fuerzas, redujo su fuero y permitió que la familia real viviera una vida, tanto, que sus miembros mostraron su parte humana, logró conocer a su pueblo, no por lo que se le decía sino porque se involucró, pasó de ser la monarca a ser la Reyna, su trayectoria sobrepasó la geografía territorial y escribió una historia mundial monárquica. Qué pasará con la monarquía, no lo sé, sería especular, de lo que estoy seguro es que el Reino Unido seguirá unido aún sin su Reyna, lo que mostrará su gran legado.