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Opinion

#Columna7 Nueva normalidad o simple realidad

Jorge Álvarez Colín

Qué cantidad de cosas estamos viviendo, situaciones que pasan rápido y tan continuamente que es difícil comprenderlas, el mundo está convulsionado y en crisis, todos tenemos dificultades y hay entendimiento en eso, pero, la población está vinculándose a una presión invisible, aunque fingimos que no existe, tal vez es sólo un proceso de adaptación a la crisis personal, el ser humano se está transformando, pero no es un cambio promovido por sí mismo, es una modificación de su entorno, de su convivencia, de sus formas de mirar el porvenir y todo aquello que hacía de su vida normal una motivación para ir adelante en su superación, pero que se está convirtiendo en confusión.

Cuando veo noticias, me angustio, porque parece que hay un propósito para autodestruirnos, una locura generalizada que contradice aquellos principios universales, origen de la armonía y la convivencia pacífica entre todos los seres racionales, valores que convertimos en virtudes y que de alguna manera nos dan el nivel de sociedad.

Para precisar el caso mexicano, hago referencia a fenómenos que nos han trastocado profundamente, como la pandemia de la cual se ha dicho todo y lo que falta ya será mito, adicionalmente, la inseguridad, la violencia de género, el desastre económico, la pérdida de empleos, la inflación, la contaminación, la crisis educativa, la falta de un esquema de salud básico, el narcotráfico, el enfrentamiento político, la generación de una cultura de odio, en fin, es interminable la queja y el señalamiento que podemos hacer de lo que a diario padecemos.

Entiendo que el hartazgo en un sistema político llevó a la ciudadanía a buscar cambios, lamentablemente tenemos peores condiciones de vida, y este nuevo parece que no tiene un rumbo, se dice, existe un proyecto, pero hay diferencia entre eso y un plan de gobierno, o aquello que llamábamos proyecto de nación, triste es nuestra realidad y me niego a aceptarla como una nueva normalidad, lo que los mexicanos vivimos no puede ser normal, es una pesadilla llamada, simple realidad.

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