Capital Estado de México

Opinion

Con Rolando Castellanos, el municipio de La Paz va de mal en peor ¿el pueblo seguirá permitiéndolo?

JESÚS TOLENTINO ROMÁN BOJÓRQUEZ

mail columnistas@capitaldemexico.com.mx
@capitaledomex

Es un comentario muy generalizado entre los habitantes de la zona oriente del Estado, que el municipio más abandonado, con más carencias de todo tipo en obras y servicios es, sin duda, el de Los Reyes la Paz. En otro tiempo, hace unos 20 años, los municipios más atrasados eran Chimalhuacán, Valle de Chalco e Ixtapaluca. Sin embargo, con la inversión del gobierno federal en Valle de Chalco y con el trabajo del Movimiento Antorchista al frente de Chimalhuacán e Ixtapaluca, estos últimos municipios han avanzado aceleradamente (Chimalhuacán en 16 años e Ixtapaluca en tres), de tal manera que los Reyes La Paz ya se quedó muy atrás a pesar de que es la puerta de entrada de la Ciudad de México a la zona Oriente.

En efecto, a donde quiera que uno va en La Paz, hay basura por todas partes, abundan las calles sin pavimentar en las zona cerriles, los baches por todo el municipio y la carencia de servicios básicos está a la orden del día: falta agua potable, drenaje sanitario y pluvial, los servicios de salud son pésimos, las escuelas se encuentran en mal estado, no hay espacios recreativos ni deportivos dignos y, para acabarla de amolar, la inseguridad en todos los rincones del municipio mantiene a toda la población en constante tensión y zozobra, pues los asesinatos, los secuestros, los robos de todo tipo y las extorsiones son el pan de cada día en un municipio que, paradójicamente, lleva el apelativo de La Paz. Todo, menos paz, encuentran los ciudadanos.

Y encima de este panorama nada alentador que ubica a La Paz como el peor municipio del oriente, ahora resulta que el alcalde Rolando Castellanos Hernández, en reunión celebrada con el Movimiento Antorchista en esa localidad (representado por el diputado local, licenciado Fernando González Mejía),afirmó tajante y sin ruborizarse, que no se hará ninguna obra en las muchas colonias y comunidades donde tiene presencia Antorcha, y dijo que tampoco hará casi nada durante su gobierno en ningún lado, puesto que, añadió Rolando, “el ayuntamiento está quebrado financieramente, adeuda más de 200 millones de pesos”, etcétera, etcétera. Tal es la cara dura y la pasividad de Rolando, que a 100 días de su gobierno que se cumplirán este sábado 9 de abril, el pueblo no mira ninguna obra ni acción del ayuntamiento por ninguna parte, todo parece como si no hubiera presidente en La Paz y como si nadie diera la cara ante los múltiples problemas que a diario se presentan en el municipio. Por lo mismo, es de esperar que Rolando no dará ningún informe de estos 100 días, sencillamente porque no tiene nada que informar a los ciudadanos. Así de trágico y desalentador se presenta el panorama. Sin embargo, quienes conocemos la historia política de este municipio, sabemos que Rolando oculta muchas verdades y que pretende, por segunda ocasión (porque ya fue alcalde una vez), tomarnos el pelo. Antorcha lo sabe y ha llegado el momento de exhibirlo y denunciarlo con valor cívico ante el pueblo que no se merece tan malos gobernantes: En primer lugar, debe precisarse que los 200 millones de adeudo que tiene el ayuntamiento, es una deuda que se acumuló durante el primer trienio en que gobernó Rolando y durante el trienio de Juan José Medina (que fue un alcalde que puso Rolando, que era de su absoluta confianza y que, por tanto, Rolando fue el aval y el poder tras el trono de Juan José Medina), luego entonces está claro que esos 200 millones de pasivos son culpa de Rolando. La pregunta es: ¿y a dónde fue a parar esa millonaria cantidad si en La Paz no se ha hecho obra seria en los últimos seis años? Que el pueblo juzgue.

En segundo lugar, se ha dicho que buena parte del presupuesto que maneja Rolando (y en otro tiempo Medina), se destina a una onerosa NÓMINA POLÍTICA, es decir, a pagar a cientos de “empleados” de a 500, 1000 y 1500 pesos mensuales, gente que no labora en el municipio pero que tiene sembrados en las comunidades para manipular a la gente dándoles algunas migajas (despensas por ejemplo), a cambio de que se conformen y no exijan seguridad (por ejemplo patrullas y módulos de vigilancia), para que no pidan electricidad, pavimento, drenaje, remodelación y construcción de escuelas; para que no exijan mejores centros de salud u hospitales.

En suma, esos líderes a los que, por cierto, les dan una limosna de “salario”, son utilizados perversamente por Rolando para que el pueblo se conforme con unos cuantos cacahuates, y que se olvide del verdadero progreso, progreso que sí se mira y se nota en los municipios de Chimalhuacán e Ixtapaluca donde Antorcha gobierna y gobierna bien, con muchos resultados para el pueblo que merece todo nuestro respeto y que está harto de políticos mentirosos y demagogos.

En tercer lugar, está claro que, pese a todo, sí hay 160 millones de pesos para aplicarse en obras. Y si Rolando no incluye las peticiones del Movimiento Antorchista esto se debe, sin duda, al temor que tienen él, sus compinches y sus padrinos del gobierno del Estado de México, a que Antorcha crezca aún más de lo que ha crecido en el municipio de La Paz y que, por tanto, que en el año 2018, Antorcha lance aun candidato propio por la presidencia municipal.

Y ese miedo se vuelve pánico en Rolando pues muchos ciudadanos de La Paz, antorchistas y no antorchistas, se enteran de los grandes avances en Chimalhuacán e Ixtapaluca donde, por dar un ejemplo, se pavimenta una calle diaria en promedio y donde todos los servicios están casi al 100%. En fin, a Rolando y a su mafia los impresiona el constante trabajo del compañero diputado Fernando González Mejía que, sin tener el presupuesto del ayuntamiento, está gestionando más obras y servicios que el propio Rolando.

Salir de la versión móvil