Este problema incansable, agudo, interminable y caótico de la contaminación en la ciudad hermosa, brillante, inteligente y digna de México, es por ahora, como cuento de brujas… y de nunca acabar. No tengo ni idea de cómo los diferentes países como Estados Unidos, Rusia, China, Japón, India, Australia, Indonesia, Perú o Brasil, que son con mucho, los países más contaminados del mundo, han podido solucionar el problema.
Hace tres semanas, el aire limpió todo el Valle de México. La Ciudad más transparente nos mostró los hermosos Popo e Ixtlacíhuatl, majestuosos.
Tres días después, todo volvió a la realidad: los camiones de basura siguieron pasando; las patrullas también; los camiones verdes con blanco; los largos autobuses rojos; los taxis; las combis; los camiones que pertenecen al gobierno federal, estatal y delegacional: todos.
Amanecemos con una noticia que tiene convulsionados a todos: por tres meses nadie que sea poseedor de un coche, puede circular si no le toca. Aunque tenga un coche nuevo o nuevísimo; aunque tenga permiso doble cero o simplemente cero, y se pide extender a todos los estados que limitan a la ciudad. Eso es lo que se está pidiendo: que exista el “Hoy no circula” en éstos. Por supuesto que esto incluye al Estado de México.
Porque los 21 municipios que colindan con ésta, y que vienen a la ciudad, tienen que seguir las reglas. De hecho lo hacemos. El Gobernador Ávila no ha dicho nada todavía, pero los demás gobernadores no quieren aplicar para sus estados el “Hoy no circula”. Dijeron simplemente no.
Aún recuerdo que hace 25 años nos juntamos con los gobernantes del Distrito Federal encabezado por Manuel Camacho Solís y el gobernador Ignacio Pichardo Pagaza, por el Edomex. Se diseñó entonces el programa “Hoy no circula”. Se instrumentaron todas las estrategias de comunicación social para dar a conocer esa nueva etapa, para quienes llegaran a la Ciudad de México. A mí me tocó la de este Estado y por allí empezó todo. Se hicieron dos millones de carteles y se pegaron por todos lados. Desde entonces, todos han tenido la misma suerte: todos van al verificentro, o si no, no circulan.