La convocatoria de Alito a la 24 Asamblea Nacional del PRI, para el próximo 7 de julio, no tiene otra intención que preservar el control absoluto del derrotado y otrora “partidazo”, que implica la imposición de candidatos y control sobre los espacios de poder que logren ganar, pero, sobre todo, de las cada vez más dañadas (por él mismo) finanzas partidistas vía prerrogativas con su uso unipersonal y patrimonialista, tal y como se dio a conocer en algunos de los famosos audio escándalos exhibidos por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, y como lo denunció la ahora ex lideresa nacional de las mujeres priistas, la diputada federal tamaulipeca Monserrat Arcos, a quien presuntamente le pedían simular cursos de capacitación a su organización para justificar parte de los recursos que por estatutos y por la misma ley le correspondía a ella. Alejandro Moreno, pretende reelegirse, violando los estatutos priistas para un tercer periodo, con el argumento de que “la militancia se lo pide”, como lo justificó en una entrevista, pero si ello no fuera posible, le heredaría el cargo al matrimonio Rubén Moreira – Carolina Viggiano o bien, a su más cercano e íntimo incondicional que viene arrastrando con él desde Campeche, Pablo Angulo, el mismo al que le obsequió una ostentosa y carísima camioneta blindada Mercedes Benz, y la peor dirigencia que el tricolor ha tenido en el Edoméx, como lo hacen el resto de las dirigencias estatales, preparan sus desangeladas asambleas estatales para “elegir” a los delegados que asistirán en un par de semanas a dicha asamblea, y mientras tanto, Morena y sus rémoras se frotan las manos, deseando la continuidad de Moreno Cárdenas al frente del PRI, para que lo remate. Y casi ningún priista mexiquense levanta la voz en su contra, excepto el diputado local de Naucalpan, David Parra Sánchez, mientras otros le prenden incienso… Que tengan un excelente martes, raza… Comentarios y mentadas: godinezalfonso@hotmail.com