Si se confirma Alejandra Del Moral como candidata del PRI, sin alianza, tendrá un triple reto: Enrique Vargas, Delfina Gómez y Juan Zepeda. Con estos 2 últimos ya compitió en 2018 por la senaduría, y ante ambos perdió en mancuerna con César Octavio Camacho. Ahora la coyuntura es distinta, encabezando la electoralmente poderosa Sedesem, con un padrón de beneficiarias del Salario Rosa de más de medio millón, cifra grande, pero muy pequeña para la lista nominal de 12´261,306 de electores y de los 3´500,000 de votos que es la meta del PRI, según su presidente Eric Sevilla, recordando que el récord de votación priista rebasa los 3 millones, y lo obtuvo Eruviel Ávila en 2011y cuyo artífice fue Carlos Iriarte Mercado. Ese récord lo rompió Andrés Manuel López Obrador en 2018 con 4,373,267 sufragios y Delfina Gómez para el Senado con 3´842,212. En 2021 Morena redujo su votación a 2´000,598 contra 1´621,651 que logró el PRI con Del Moral Vela como dirigente, y 845,989 del PAN de Vargas Del Villar, de ahí que algunos priistas se oponen a que encabece la alianza. A Alejandra Del Moral como dirigente, le tocó hacer el trabajo rudo con quienes no fueron los elegidos en las candidaturas ni en los cargos de dirigencia, afectando liderazgos locales y regionales, aunado a los que renunciaron a su militancia, cuando dijo “que se vayan todos” y que “hasta los árboles se podan”. Ahora tendrá que hacer algo más de una simple “operación cicatriz”. Tendrá que convencer a Ana Lilia Herrera Anzaldo y a Laura Barrera Fortoul, por su capital político y gran aceptación que tienen, así como a Ricardo Aguilar Castillo y Carlos Iriarte Mercado, dos eficientes operadores, que podrían diseñarle la estrategia para enfrentar en las encuestas al puntero dentro de la “alianza”, Enrique Vargas Del Villar y de la líder general en todos los estudios de opinión, Delfina Gómez Álvarez … Ánimo raza, ya casi es fin de semana …
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