Con la desbandada de priistas de Hidalgo, principalmente su dirigencia estatal y sus diputados locales, a pocos días de la renuncia del ex gobernador Omar Fayad a su militancia priista, es un duro golpe al CEN presidido por Alejandro Moreno Cárdenas y a su secretaria General, Carolina Viggiano, la perdedora ex candidata a gobernadora que el propio Alito le impuso, por la vía del PAN, a Fayad Meneses, entonces adversario de la esposa del brazo derecho de Rafael Alejandro Moreno, Rubén Moreira. No fue ese el origen del encono, pero sí la gota que derramó el vaso. Ahora el PRI queda sin representatividad ni fuerza en el vecino estado, solamente Viggiano Austria que desde la CDMX difícilmente podrá ejercer control alguno. Lo anterior viene a colación por el obligado comparativo con el PRI del Estado de México, pues tras las acusaciones de Alito al gobernador Alfredo del Mazo Maza, el mandatario mexiquense, en su defensa, sacó por primera vez a la luz pública que la ahora ex candidata Alejandra Del Moral Vela fue propuesta de él, que incluso la pidió como presidenta del CDE desde que lo designaron candidato en 2017 y que para este 2023, él la propuso contra la voluntad de la dirigencia nacional encabezada por el campechano, quien tenía otra propuesta (se presume que Ana Lilia Herrera Anzaldo) y la sostuvo hasta el final. Ahora bien, el PRI hidalguense difícilmente podrá sobrevivir en las condiciones en que queda desde el pasado martes, en cambio el tricolor mexiquense, aún sin su primer priista del Estado y con todas las adversidades que implica el ser ahora oposición, tiene liderazgos regionales fuertes y una “clase política” cohesionada, que unida, sacará a borde las próximas elecciones en las que concurren la local y la federal con la presidencial… Feliz jueves, raza. Comentarios y mentadas: [email protected]