Aunque el proceso de transición está alfombrado, las Fuerzas Armadas tienen un dejo de cuidado, en los recientes movimientos internos administrativos y financieros para evitar yerros tras ponerse a disposición de la futura presidenta. Sin embargo, el secretario Luis Cresencio Sandoval, tiene enfrente señales de alerta por un concurso de licitación donde hay personajes torvos alrededor de este.
De acuerdo con las versiones del concurso LA-07-110-007000999-T-658-2024 al que en julio pasado convocó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se prenden focos amarillos, debido al retraso en el fallo para la adquisición de 465 carros radiopatrulla con equipamiento policial, pospuesto en dos ocasiones.
Dentro de la dependencia, se comenta que este retraso se debe, a la cautela de algunos funcionarios, quienes habrían detectado intentos de otro grupo por negociar y favorecer a Automundo, del empresario Arturo Grinberg Kreimerman, por lo que ya se revisa con lupa el proceso y a los licitantes.
A la empresa que se pretendía favorecer, Automundo, es de Arturo Grinberg, a quien se le ha vinculado a los hermanos Luis Ernesto y Julio César Serna Chávez, exfuncionarios cercanos al perredista Miguel Ángel Mancera, quienes fueron acusados de enriquecimiento ilícito.
El panorama resulta más que complicado para la Sedena, sobre todo si se toma en cuenta que está en juego un contrato de más de 400 millones de pesos para la adquisición de los vehículos, que ayudarán a las operaciones del orden interior y la seguridad nacional.
Sin embargo, el caso se complica debido a la madeja de intereses, ya que la oferta más baja la presentó Centro Automotriz de La Laguna, empresa con unos cuantos contratos en la Secretaría de Educación de Durango por cantidades menores, que van de los 2 mil pesos a los 9 mil, y que sorpresivamente preside Yussef Mansur, quien también es directivo de Grupo Surman.
De este caso, a Surman Poniente, de Grupo Surman, la inhabilitaron apenas en junio de 2024, debido a que presuntamente proporcionó información falsa en el proceso de licitación LA-21-510021000999-N-60-2023 con la Secretaría de Turismo, de Miguel Torruco, y debido a esto, estaba impedida para concursar con la Sedena.
Otra empresa que participa y que no precisamente goza de buen historial es Car One Monterrey, de Abelardo Osuna, el también llamado zar del transporte y a quien se le señala de acaparar contratos en Nuevo León, gracias, supuestamente, a la buena relación de la familia Osuna con Samuel García.
Y es que en la lista de aspirantes está además Continental Automotriz, de la familia Mena, radicada principalmente en Toluca y a quien, en una mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó investigar, debido a que el presidente municipal de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, les asignó un contrato de 460 millones de pesos de manera presuntamente irregular.
Según el acta de apertura de propuestas, también presentó oferta económica Automóviles CGE de Zacatecas, empresa que formalmente es propiedad de Gerardo Hernández Pastor, pero que preside Cuauhtémoc Velázquez García, el dueño de la arrendadora Jet Van Car, inhabilitada en 2021 por incumplir un contrato de arrendamiento de automóviles con el Servicio de Protección Federal.
Israel Mendoza Pérez
@imendozape