En los más de 25 años de transición democrática en la Ciudad de México, es la primera ocasión en donde las fuerzas políticas de la capital se encuentran en un estado de “alta tensión”. No hay aspirantes definidos para encabezar la candidatura de cada bloque. Ni los integrantes y dirigentes del Frente Amplio por la CDMX ni Morena en la capital logran consolidar una candidatura.
La indefinición manejada por el Frente Amplio Democrático se debe en buena medida al ruido generado por Jesús Zambrano. Su falta de fuerza política a nivel nacional, lo orillaron a refugiarse en la capital y meterse a la negociación política directa. En buena medida se debe a la presencia real que tiene el PRD en la ciudad obtenida desde 2021. Sin embargo, no es un logro de la Nueva Izquierda. Así que corre el riesgo de abonar una derrota más a su desfigurada dirigencia.
Por parte de Morena, el dirigente local morenista, Sebastián Ramírez está rebasado por los dos grupos, el de Omar García Harfuch y Clara Brugada. Los resultados de la encuesta se encuentran en un impasse y hasta hace unos días, por parte del equipo de la aspirante originaria de Iztapalapa declararon un empate entre ambos punteros. La dirigencia local de Morena está borrada y la fuerza externa de la dirigencia nacional y sus definiciones presionan las negociaciones.
Si a este ambiente de indefinición por parte de los dos bloques políticos se le suma que no hay definiciones y el género juega un papel de peso en la definición del candidato, abona al proceso de selección y negociación entre las fuerzas políticas. De esta manera, tanto la oposición como el partido en el poder se encuentran en un intenso jaloneo por la definición.
Por el Frente Amplio aún no tienen acuerdos sobre la paridad de género y mientras el PAN mantenga su postura de llevar mano en el proceso de selección, tanto PRI como PRD se encuentran en desventaja de colocar a uno de sus destapados. Aunque una de las condiciones internas que se manejan es consolidar e impulsar una candidatura competitiva y que tenga más probabilidades de ganar, y dos, que evite la fractura del bloque opositor.
En tanto, por parte de Morena ya presentó de manera oficial ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) su intención de ir en coalición con el PVEM y el PT en los comicios del próximo año por la Jefatura de Gobierno de la capital del país. Aunque no hay más que esperar la definición de su candidato irán en la misma línea.
La ciudad se encuentra en una abierta disputa preelectoral por parte de los partidos y no hay condiciones de evitar un exceso de propaganda en las calles. La pelea interna de los candidatos los tiene en una confrontación y aún falta la campaña, la cual de no cuidarse las formas en el interior de los partidos se advierte de un juego en contra o como mejor se conoce de un fuego amigo.
Israel Mendoza Pérez
@imendozape
