La cuatroté pateó, estratégicamente, un avispero dentro del senado de la República con la detención de José Manuel “N”, quien fungía como secretario técnico de la Junta de Coordinación Política en la Cámara Alta.
La aprehensión y encarcelamiento del emecista vía fast track, no fue un hecho aislado dentro de la agenda lopezobradorista. Al mismo tiempo, el presidente Andrés Manuel López Obrador formalizó la militarización de las aduanas; con ello se le resta fuerza al Sistema de Administración Tributaria e incluso a la secretaría de Hacienda.
De esta manera mientras, los focos de la opinión pública y de los dirigentes senatoriales, Dante Delgado y Ricardo Monreal se dirigieron al penal de Pacho Viejo, en Veracruz, las aduanas y ciertas áreas de las mismas serán controladas por militares activos y exmilitares. Más militarización y menos estrategia legal. Ese es el sello de la casa.
Y es que llegó el empoderamiento militar hacia el exterior. De acuerdo con el Reglamento Interior de la Agencia Nacional de Aduanas de México, que entrará en operaciones a partir del 1 de enero, la agencia podrá nombrar para las direcciones generales y la Unidad de Administración y Finanzas, direcciones, administraciones de aduanas, subdirecciones, jefaturas de departamento, enlaces y oficiales de comercio exterior a personal que pertenezca o haya pertenecido a las Fuerzas Armadas de México, de conformidad con las disposiciones aplicables.
“Cuando se trate del personal que integra o haya pertenecido a las Fuerzas Armadas de México, éste se asignará a las aduanas fronterizas, marítimas e interiores, conforme al artículo 38 del presente Reglamento o en los términos que por acuerdo establezca la Secretaría”.
Además el decreto contempla que, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina podrán constituir fideicomisos públicos sin estructura, que servirán como vehículos financieros para recibir y administrar los recursos que deriven de cualquier otro vehículo que reciba la contraprestación prevista en el artículo 16 de la Ley Aduanera, con objeto de que con cargo a los patrimonio de los fideicomisos que lleguen a constituirse, se realicen los pagos correspondientes a los servicios u obra pública contratados para los puntos de entrada y salida del país que coordinan, en cumplimiento estricto a lo previsto en el artículo 16 de la Ley Aduanera.
Morena apostó a la cortina de humo y utilizó un caso añejo para llamar la atención. Se confrontó con el senado en un tema que llevará más días de tensión; sin embargo, cumplió con uno de los objetivos que era el de militarizar las aduanas y darles poder financiero y de operación en las áreas estratégicas.
De no hacerlo, el choque por la militarización impúdica habría sido mayúsculo y de inmediato la oposición y los grupos antimilitarización saldrían a levantar la voz por la decisión tomada. La cuatroté lo hizo público, pero creó un escándalo para pasar de por debajo el tema de militarización del país que se encuentra en ciernes.