Capital Estado de México

Opinion

#Dobleces Cházaro, el obediente

Sin un conocimiento profundo de la Ciudad de México, el coordinador de los diputados perredistas, Luis Espinosa Cházaro, se autodestapó para ser candidato a Jefe de Gobierno. Sin embargo, su destape acelerado solo obedece a los intereses del dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano. El trabajo político-electoral en la capital del país, tiene su propia dinámica y lo conduce la dirigente del PRD local, Nora Arias.

La aspiración de Espinosa Cházaro es promovida por la corriente de Los Chuchos y con apoyo de la estructura burocrática de la alcaldesa de Tlalpan, Alfa González. Misma que carece de fuerza para incidir en más alcaldías ni en la dirigencia local. Sin embargo, se mueven en razón de los caprichos del dirigente nacional, quien pretende subordinar al PRD capitalino.

Esta es la segunda intentona de Zambrano para colarse al PRD en la Ciudad de México y tratar de conseguir un logro, después de los descalabros en los que sumergió al perredismo del país desde su llegada a la dirigencia perredista. Ahora, a Espinosa Cházaro lo lanza a un terreno fangoso y en el que distorsiona la alianza en la Ciudad de México. Ya que ni el priista Alejandro Moreno, ni el panista Marko Cortés tienen influencia suficiente en la estructura de los partidos locales de la ciudad de México, encabezados por el priista Israel Betanzos y el panista Andrés Atayde. Además, tanto el PRI como el PAN a nivel nacional ya se repartieron los principales cargos para 2024 y Jesús Zambrano solamente fue un espectador de ese acuerdo político.

Por ello, es que se vuelve más turbia la aspiración de Luis E. Cházaro. Sin trabajo territorial en la ciudad de México, Zambrano envía a su personero a pelear un espacio que sabe que está perdido para su grupo político. Aunque es más la búsqueda ansiosa de una posición a la hora de negociar para el próximo año. La corriente Nueva Izquierda no tiene influencia en las bases ni en los cuadros formados por los resabios del PRD en la ciudad desde 1997 y que algunos se conservan.

Espinosa Cházaro es el delegado del PRD en el Estado de México y ahora se apunta a la ciudad por que es la cara menos sucia de Los Chuchos para operar de aquí hasta 2024. Aunque, a trasmano, están las decisiones de Zambrano y sus intereses político-personales, pues al quedar fuera de la gran negociación entre PAN y PRI, el lugar que le queda al dirigente nacional perredista es en la posaderas de la derrota.

Zambrano intentó en 2021 adjudicarse el descalabro a Morena en la CDMX en los comicios intermedios; sin embargo, fue un trabajo de los tres dirigentes partidistas locales. Ahora, ya le dio la bendición a Luis Espinosa. Es la política de la desesperación del dirigente que siempre quiso mangonear al perredismo. Ahora que lo tiene en sus manos solo es la radiografía de un partido minúsculo y anoréxico con un aspirante al que sí le puede dar línea y responder más a su grupo político que a los intereses colectivos del perredismo y los ciudadanos en la capital.

Salir de la versión móvil