Aliado oscuro del presidente Andrés Manuel López Obrador, el dueño del extinto Partido Encuentro Social (PES) y hoy dirigente de Encuentro Solidario, Hugo Eric Flores Cervantes, busca ser candidato independiente a la presidencia en 2024. Su aspiracionismo político no tuvo fuerza para ser “la séptima corcholata”, pero sí pretende entrar en la batalla electoral y arrebatarle unos cuantos votos a Morena, para sostener su franquicia.
El aliado de ayer, ahora tiene una ambición desmedida. Flores Cervantes estuvo al frente del PES de septiembre de 2020 hasta agosto de 2021, cuando ese mismo año el partido no logró alcanzar el mínimo de 3 por ciento de los votos que necesitaba para mantener su registro. Su ideología sustentada en la derecha-cristiana se expresa abiertamente en temas polémicos, pues está en contra del aborto, del matrimonio igualitario y de la adopción homoparental.
Sus movimientos son cautos. No se atreve atacar a Claudia Sheinbaum, pero sí quiere estar en la boleta electoral o por lo menos reubicarse a través de una declinación que le brinde dividendos políticos para él y su familia, incrustada en los cargos clave del partido y de puestos de elección popular que estarán en juego.
Sin embargo, deberá llevar a cabo actos tendientes a recabar el porcentaje de apoyo requerido por la ley —por medios distintos a la radio y la televisión— a partir del día siguiente a la fecha en que se emita su constancia de aspirante y hasta el 6 de enero de 2024, ya que deberán contar con el apoyo equivalente a por lo menos el 1 por ciento de la Lista Nominal de Electores y que pertenezcan como mínimo a 17 entidades federativas.
Su candidatura independiente funciona como una plataforma a nivel nacional que puede ser utilizada para dar a conocer ciertas ideas o incluso para inclinar la balanza como se espera para el próximo año. Y es que su aspiración es una trampa, ya que no se trata de un ciudadano común que busca el mayor cargo al que puede aspirar un mexicano, sino que se trata de un político astuto, en alianzas de conveniencia, con disfraz de “candidato independiente”.
Hugo Éric Flores Cervantes, quien fungió como oficial mayor de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en la época del calderonismo, tiene la costumbre de aliarse con el mejor postor sin ningún pudor. En ello estriba, su capacidad de reciclar su movimiento político-cristiano.
Comenzó su carrera en el PRI de la mano de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, en la época en la que el Frente Juvenil Revolucionario funcionaba como cantera de cuadros del partido tricolor. Ambos mangonearon ese sector del priismo. Luego de pasar por la purificación de la cuatroté, se convirtió en el ala conservadora del movimiento. Ahora se mueve en sus propias aguas turbias como pez. Flores Cervantes es la representación pura del político saltamontes que ajusta su ideología según su aliado del momento. Y ahora, con un nuevo disfraz se recicla y pretende sorprender al electorado y declararse la “corcholata perdida”.