En la cuatroté se detuvo el tiempo en el caso de los eperristas detenidos y desaparecidos Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya. Lo peor es que la falta de voluntad política por parte del subsecretario de derechos humanos, Alejandro Encinas, se agotó en menos de dos años.
A 14 años de distancia de aquella detención en Oaxaca, en el gobierno de Ulises Ruiz, se ha endurecido el camino ya que el peregrinar de los familiares de los desaparecidos se ha vuelto cuesta arriba. Los encargados de darle viabilidad y certeza a este caso se encuentran en múltiples temas de relevancia para el proyecto transformador del país. Las desapariciones forzadas, así como la represión e impunidad no entran en la transformación del país.
Hasta el momento hay destellos de lograr esclarecer el caso como la resolución de amparo 942/2013, y el hecho de que el caso esté en la SCJN, pero lo coyuntural en la agenda de los ministros es más relevante que lo importante.
Lo conseguido es poco para el tiempo que transcurrió. De acuerdo con el comité ¡Hasta encontrarlos!, señala que “han pasado más de dos años desde la última vez en que vimos a Alejandro Encinas, quien se comprometió a realizar las gestiones para avanzar en la resolución del caso, sin embargo, hasta el momento no ha habido ninguna interlocución desde el 2019 y han cerrado los canales de comunicación para avanzar en el caso. Lo cual es muestra de la supuesta voluntad y de su “gran compromiso contra la impunidad”.
El 8 de febrero de 2019, Félix Santana, director General de Estrategias para la Atención a los Derechos Humanos de la Segob, tuvo conocimiento del caso —existe un documento— que fue entregado al funcionario en el que se pide que en una siguiente reunión se encuentre Alejandro Encinas para darle seguimiento al caso. No sólo se dejó copia del expediente, sino que se entregaron un par de libros, sobre la desaparición de Amaya y Cruz en la que se relatan detalles del momento de la detención, editados por el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo. Pero el asunto va a paso lento. Semanas después sí hubo encuentro con Alejandro Encinas, pero desde entonces no ha vuelto a dar la cara.
En el caso de los eperristas detenidos hay ocho detenidos actualmente en diversos penales federales por su participación en su desaparición forzada, y dos prófugos, entre ellos el exprocurador del estado de Oaxaca, Evencio Nicolás Martínez y el entonces director de la policía ministerial Pedro Hernández Hernández y a pesar de tener indicios de la participación de elementos del ejército en el hecho, éstos siguen sin ser investigados.
La sentencia del juzgado 4 de Distrito de Amparo en materia penal del Distrito Federal, la cual concede la demanda de amparo en favor de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, ordena a diversas instancias federales como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Fiscalía General de la República, así como al gobierno de Oaxaca, realizar todas las diligencias necesarias para localizar a los dos desaparecidos, por lo cual se tendría que permitir el acceso a cualquier instalación militar donde se presuma puedan estar. La sentencia también obliga tomar declaración a todos los mandos militares que estaban en funciones en mayo de 2007, así como a los funcionarios del gobierno que encabezó Ulises Ruiz en Oaxaca. Además, obliga a reconocer y crear una comisión especial de búsqueda para este caso, así como una serie de medidas de satisfacción y reparación integral del daño. Pero la parálisis de la cuatroté y las ocupaciones de Alejandro Encinas detuvieron este asunto.