El “triunfo” del senador Armando Guadiana sobre el subsecretario Ricardo Mejía Berdeja, para coordinar los comités de la 4-T en Coahuila y por añadidura ser candidato al gobierno del estado en 2023, no sólo impactó de manera negativa en el ánimo del subsecretario, al señalar: “se trata de encuestas amañadas y a modo” sino que tuvo un “efecto mariposa” en la sucesión para la Ciudad de México.
El ejercicio demoscópico, dentro de Morena, generó colisiones internas, dentro del partido en el poder, con repercusiones en el otrora bastión de la izquierda, la Ciudad de México. Mejía Berdeja, al perder en la encuesta morenista, se queda en su cargo, pero da pie para que la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, pueda comenzar a despegar su candidatura al gobierno de la CDMX. De esta manera, Mejía, pasa a ocupar el cargo de secretario e inicia la competencia, interna morenista, en la ciudad.
Con este disparo de arranque, el grupo cercano de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum comienza a moverse en los terrenos político-electorales de la ciudad. Rosa Icela es la candidata natural, pero Martí Batres, secretario de Gobierno, es el candidato histórico para la ciudad. Su carrera política sustentada en la Ciudad de México, principalmente, desde 1997 le dan solidez, pero su proyecto no está en la esfera de Palacio Nacional.
Morena en la ciudad se encuentra disminuido desde la derrota electoral en 2021, por parte de la Alianza Va por la Ciudad. Ahora, el escenario es diferente para el partido guinda, se prevé un reajuste de fuerzas y algunos especialistas consideran que no hay “corcholatas capitalinas”, ya que la sumisión de la dirigencia local, en manos de Sebastián Ramírez, es notoria y espera los tiempos de la dirigencia nacional para operar en espejo. Además, de que quien sea el candidato de Morena para la presidencia en 2024, tendrá un voto de influencia para quien sea candidato en la Ciudad de México.
Morena en la ciudad no tiene listo el relevo para la Jefatura de Gobierno. No hay un estratega electoral que dé los lineamientos por donde transitará el partido. Ramírez está a la espera de lo que ocurra con los candidatos presidenciales de su partido para comenzar a trabajar el proceso interno y acompañar al candidato. Pero si tarda más tiempo, también se pierden espacios de influencia.
Sin candidato oficial y con una estructura dependiente de los movimientos dictados desde el CEN nacional, Morena en la ciudad se acerca a una contienda cerrada y en la que no se enfrentará a candidatos enanos como ocurrió en 2018. El escenario político ya se modificó en la ciudad y hay visos de una alternancia.
Tal parece que Armando Guadiana se convirtió en pretexto que necesitaba Morena para comenzar a mover sus demás piezas. La derrota de Mejía, ahora es el precursor que necesitaba la ciudad para entrar en el proceso de lucha interna. Aunque la oposición, en la capital del país, se encuentra envalentonada y en esperar de tener enfrente un nuevo rival.