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Opinion

#Dobleces El eje Monterrey solo escucha

Acostumbrado a la polémica, Alejandro Moreno Cárdenas fue —a principios de mes— a Monterrey a provocar al priismo regio con miras a 2024 y a un sector de los empresarios de aquella región en la que aún tiene influencia, el excoordinador de la Oficina de Presidencia de la República, Alfonso Romo, ahora, superasesor externo de la cuatroté.

El pretexto de su visita a Monterrey, fue trabajar y hacer amarres necesarios con militantes del partido, como la alcaldesa de Guadalupe, Cristina Díaz, el dirigente estatal del PRI, José Luis Garza y Francisco Cienfuegos.

Sin embargo, trascendió una reunión de carácter privado con Armando Garza Sada, uno de los más influyentes empresarios de Grupo Alfa y con otros industriales con miras a la batalla electoral de 2024. Aunque de lo más relevante de ese encuentro fue retomar el diálogo con empresarios y buscar apoyos para la oposición. Aunque los empresarios lo escucharon, y de inmediato le negaron la posibilidad de un “pase de charola”.

Moreno Cárdenas, sabía que picaría en piedra ante la petición, pero lo más intenso es que se reunieron y la información le llegó a Alfonso Romo. La ingenuidad del priista es mayúscula o se arriesgó a pesar de saber que el excolaborador del presidente Andrés Manuel López Obrador, tendría acceso a los detalles de la conversación entre el priista y los empresarios. Alito Moreno o mantiene su doble juego y buscó intencionalmente que le llegara el mensaje al destinatario Alfonso Romo.

Alfonso Romo, se convirtió en una especie de empresario “caza-talento” para impulsar proyectos de trascendencia en el país. Se convirtió en político sin buscarlo. En su momento, tuvo relación con Carlos Salinas y Vicente Fox, pero con ninguno llegó a compartir visiones del rumbo del país. Solo acercamientos en momentos coyunturales.

En su momento, no solo apostó su capital económico al modelo alternativo de nación del presidente Andrés Manuel López Obrador, sino sus contactos políticos también los puso en riesgo al jugársela en grande. Romo hasta hace unos años se mostraba como un empresario dinámico. Incluso llegó a estar la lista de Forbes y se ubicaba cercano a círculos políticos de distintos colores. Al empresario se le considera como el ideólogo y coordinador de la elaboración del Proyecto de Nación 2018-2024. Antecedente del Plan Nacional de Desarrollo.

Alejandro Moreno fue a Monterrey a provocar y tomar la medida del ambiente político en la región y como se ve a la alianza Va por México en otros círculos de influencia. La búsqueda de aliados no es buen momento para él, ya que los escándalos en los que se ha visto envuelto le restan seriedad a sus declaraciones. 

Al tiempo que agitó las aguas en los dominios de Alfonso Romo. Con esta jugada, Alejandro Moreno, intentó llegar a los empresarios con la imagen de “falso profeta” contra la cuatroté. Ni es el vocero de la alianza ni tiene la influencia que requiere para dominar la agenda de empresarios y menos en tierra de uno de los personajes cercanos al presidente. Aun así, fue a soltar sus fobias.

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