A Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, lo mueve una ambición desmedida por el poder y el control de todo el perredismo. Hace unas semanas, el dirigente nacional organizó en su oficina partidista una reunión donde trazó, de manera burda, la manera de apoderarse del PRD de la CDMX, a través de dos personajes que jugaron una suerte de guiñol, rumbo a 2024.
A esa reunión convocada por el dirigente perredista, llegaron Carlos Estrada, presidente del Consejo Estatal del PRD en la ciudad y la exdiputada local Karen Quiroja Anguiano. Sus aliados y cómplices. Ambos respaldaron la estrategia de Zambrano para apoderarse del PRD en la ciudad y entrar a la negociación, a manos llenas, con los grupos y corrientes políticas de la capital, para las candidaturas a disputarse en 2024.
Zambrano se lanzó a la conquista de un espacio político en el que carece de representación y fuerza. Pero así dirige al partido más débil. Sin dejar de tener en cuenta que, con el PRI y el PAN se tiene una alianza bien estructurada que funcionó de manera precisa en 2021 y fue el principal boquete hecho a la cuatroté desde la Ciudad de México.
Aún así, el pasado 9 de octubre, se celebró el X Consejo Estatal del PRD, con la mano de los “chuchos” y con Carlos Estrada y Karen Quiroga; sin embargo, comenzaron los problemas en el PRD de la ciudad. Excluyeron a Nora Arias, presidenta del PRD, en la CDMX y no hicieron de manera clara y transparente la convocatoria. Sin embargo, Estrada fue encandilado por Zambrano para apropiarse de la secretaría General, cartera que se encuentra vacante. Aunque no era la forma ni la manera legal de conseguir un espacio, ya que se convirtió en un autonombramiento espurio. Además de atentar contra los principios del partido defensor de las causas de género, ya que ese lugar le corresponde a una militante.
Y es que, la ambición de Jesús Zambrano también se convierte en hambre de triunfos electorales. Los 20 registros partidistas perdidos, sin precandidato presidencial y con una alianza nacional en impasse, los espacios de negociación se reducen para su grupo político. Esa es su preocupación.
Ahora, el Órgano de Justicia Intrapartidaria del PRD anuló el X Consejo Estatal del PRD de la Ciudad de México, ante la serie de errores e inconsistencias sustanciales y graves, lo que significa que a Zambrano lo doblegaron y su estrategia no solo falló sino que lo convirtieron en un usurpador dentro de su propio partido.
En ese “consejo estatal”, cuentan algunos de los convocados, hicieron nombramientos a modo, lo hicieron de manera virtual y sin consultar a la militancia. Todo apegado a la ilegalidad. El resultado salta a la vista, se impugnó ese consejo, ya que atentó contra los derechos y libertades defendidos por el PRD y su propia historia. Además, se tradujo en un golpazo a los “Chuchos”, ya que al pretender controlar los espacios de poder donde no tienen presencia y los convierte en infractores y vulgares ambiciosos.